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Libro 6 86 - 90 Cada una de estas páginas contiene 5 cartas |
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LA VIOLENCIA DE JESÚS
La violencia de los diez mandamientos dignifica a cada persona,
santifica a los hogares y salva a todos lo pueblos. Por los grandes
valores morales la persona llega a decir, "mi alma está en mis
manos. No soy víctima de las fuerzas oscuras de mi corazón ni
esclavizado por los poderosos del mundo". Ponerse de pie y decir;
"Dios de los dioses es el único Señor de mi alma y honrar su
nombre es el gusto más grande de mis Labios. La belleza moral que
brilla en el sufrir de Jesús inspira a cada Cristiano a dedicar el día
del Señor al descanso espiritual. Que felices son los hijos que saben
honrar a su padre y a su madre, porque Dios prometió darles largos años
y años felices en la tierra. La violencia moral es muy necesaria para
amar la vida y no matar, para respetar los matrimonios y no cometer
adulterio, para cuidarlo ajeno y no robar y para no hablar mal de nadie.
En fin, de no codiciar la esposa de mi prójimo y tampoco los bienes
materiales; este es el fruto de largos años buscando la belleza moral
en su esplendor.
La violencia física de Jesús en el templo es una de las
sorpresas más grandes en toda la Biblia. El que nos exhortó a imitarlo
porque es manso y humilde de corazón, "Hizo un látigo con cuerdas
y echó a todos fuera del Templo, con ovejas y bueyes y derribó las
mesas desparramando el dinero por el suelo." "Me devora el
celo de la Casa de mi Padre", dice Jesús. Decimos que "la
violencia no es Cristiana ni evangélica", y es la verdad. Pero Jesús
mismo, por el Amor celoso, a la Casa de Su Padre levantó un signo
tremendamente fuerte para que todos nosotros aprendamos a venerar la
Casa de Nuestro Padre. Que bendición más hermosa es entrar en muchos
templos y sentir el silencio espiritual, verla limpieza sin mancha y
escuchar los coros angélicos cantar las melodías celestiales. Muy de
vez en cuando la violencia física es necesaria para proteger los bienes
espirituales como Jesús lo hizo en el templo. Es el único ejemplo en
la vida de Jesús, en que El usó la violencia física para destacar la
grandeza de la casa de su Padre. En toda la pasión y muerte la no -
violencia es el arma espiritual para alcanzar nuestra Salvación.
La violencia espiritual de la Pasión y Muerte de Jesús es algo
impresionante. Los Griegos buscan la sabiduría y los judíos los
milagros, pero para nosotros los Cristianos, la locura de la Cruz es
nuestra Gloria y nuestra Salvación. La violencia espiritual produce la
belleza espiritual de un alma mortificada en el fuego de la Cruz. Como
el oro está purificado en fuego del horno, así el espíritu humano está
limpio por la violencia espiritual de la penitencia. El Morir para Vivir
es profundamente misterioso en Jesús. Solo el Espíritu Santo puede
mostrarnos los caminos seguros de la Salvación. Los deseos carnales
luchan contra los deseos espirituales en un combate que se está ganando
Jesús. La noche oscura de los sentidos es la batalla de la violencia
moral, pero la noche oscura de la mente y el corazón es la batalla de
la violencia espiritual. Las purificaciones necesarias para crecer
espiritualmente en el Señor dan sentido a las violencias de penitencia
durante los 40 días de Cuaresma. Unos seis siglos antes de Cristo, Dios levantó un gran profeta para dar esperanza a su Pueblo muy sufrido en Babilonia. Los mismos pueblos de antes, Irán, Irak Kuwait, Israel, Siria y Egipto, estaban participando en una guerra en pleno siglo XX, llamada "La Tormenta del Desierto". Después de cuarenta días y cuarenta noches de ser bombardeados por los Aliados, el 24 de febrero, comenzó el temido combate terrestre. El combate duró unas cien horas. Casi nunca en la historia humana había tanta furia de destrucción, tanta violencia de matar. El ejército de Irak, que ocupaba Kuwait era muy numeroso, casi 500.000 soldados con sus 4.000 tanques y 3.000 carros blindados. Durante cuatro días y cuatro noches, "el ángel de la muerte" destruyó todo. Alguien quiere lamentar el dolor de un pueblo sangrando con las palabras del "Servidor Sufrido de Yavé": "quién puede creer la noticia que recibimos? Muchos quedaron espantados al verlo, pues su cara estaba desfigurada, que ya no parecía un ser humano". Así también numerosos pueblos se asombraron, y en su presencia los reyes no se atreverán a abrir la boca cuando vean lo que nunca se había visto, y observen cosas que nunca se había oído. "despreciado y tenido como basura de los hombres, hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento, estaba despreciado y no hemos hecho caso de él". Ahora el holocausto ha terminado por un momento, y el mismo profeta quiere decir, "Consuelen, consuelen a mi pueblo. Hablen a su corazón, y díganles que su jornada ha terminado, que ha sido pagada su culpa. "Grande, muy grande es el sufrir de pueblos y naciones enteros. Los pobres y los pequeños no tienen voz ni voto en las decisiones de vida y muerte para ellos. Los ricos y poderosos mueven la historia humana según su gusto y placer. Pero hay alguien que escucha el grito de su pueblo humilde y oprimido y El es nuestro Padre. "Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo Único, para que todo el que crea en él no se pierda, sino para salvarlo". Ojalá que los soldados, totalmente desmoralizados y desorganizados después de cuarenta días y cuarenta noches de bombas y misiles, no se sientan condenados sino salvados. Ojalá que los Kuwaitíes en sus torturas y penurias sientan la presencia de un Salvador en sus dolores. Ojalá que todos aquellos que sufrieron durante las cien horas de un holocausto electrónico hayan caminado en la Verdad buscando la Luz, para que se vea claramente que sus obras son hechas según Dios.
Dios, que es rico en misericordia, lento en enojarse y rápido en
perdonar, quiere manifestar su inmenso amor. Todos aquellos quienes
estaban muertos espiritualmente por sus pecados serán salvados por la
bondad de Jesús en la Cruz. Cuántos soldados encuentran la Fe y la
Salvación temblando con las bombas, misiles y cañones. Cuántos también
de los aliados victoriosos vuelven al mismo Dios muy arrepentidos por
semejante violencia destrucción y genocidio. Cuántos de los civiles en
Bagdad y Basora aprendieron que la crueldad de las guerras y las armas
modernas es tan grande que prohíben su uso en el futuro. Ojalá que los
más sufridos por sus heridas insoportables merezcan un mundo nuevo, una
nueva creación, nuevos cielos y nuevas tierras donde florezca la
justicia de Dios.
Sí, Señor, entre tus manos está mi vida. Sí, Señor, tú has
prometido a todos tus seguidores una nueva vida que sólo tú puedes
dar. "Como anhela la cierva estar junto al arroyo, así mi alma
desea, Señor, estar contigo. Sediento estoy de Dios, del Dios que me da
vida, ¿Cuándo iré a contemplar el rostro del Señor?" La búsqueda
a la vida en toda su plenitud es la inspiración de todos mis
pensamientos, palabras y hechos. Contigo Jesús, todo es posible, todo
es agradable, todo está lleno de vida. Gusto y sabor en la oración,
paz y amor en la meditación y alegría y descanso en la contemplación
son los frutos del encuentro contigo, Señor. Sin Ti, Jesús, todo
resulta difícil, vacío y vano. Pura verdad es el tema del Predicador,
"Vanidad de las vanidades y todo es vanidad", sin Ti. Las
noches resultan interminables en una oscuridad espiritual y los días
tardan como meses en una soledad insoportable. ¿Qué te abate, alma mía?
¿Porqué gimes en mí? Y la respuesta hermosa es que es alcanzable. Pon
tu confianza en Dios, que aún le cantaré a mi Dios Salvador".
La invitación gratuita es para ti y para mí, "Ven sacia tu
sed en mi". Te ofrezco ríos de agua que van a brotar en
manantiales desbordados e inundando todo tu ser. Quiero enseñarte un
canto nuevo que pertenece a un pueblo nuevo que te promete un pacto
nuevo." Pero hombres y mujeres viejos, no aprenden los canto
nuevos. La nueva alianza quiere hacer corazones nuevos capaces de cantar
melodías nuevas. Ven a mí Señor, Ven a mí Jesús, Ven, Ven!
Escuchamos una voz nueva abriendo un camino nuevo, "Sí el grano de
trigo no cae en la tierra y no muere se queda muy solo. Pero si cae en
la tierra y muere produce una cosecha maravillosa". ¿ Cómo es
caer en la tierra y morir? ¿Cómo es bañar mi ser en. tu ser? ¿Cómo
es verte a ti Jesús con un corazón manchado y cerrado a tu Luz? ¿Cómo
es bañar toda la suciedad en tu plenitud de vida y ver a mi Dios?
Felices son aquellos que tienen corazones limpios y puros, van a ver a
Dios. Felices son los pequeñuelos van a ver su Dios. Felices son los
mansos y humildes de corazón, van a encontrar un descanso hermoso para
sus almas. Sí, Señor, sólo en ti descansa mi alma. Nueva vida, nueva luz y más que nada un nuevo amor. Un mandamiento nuevo les doy, Ámense los unos a los otros, como yo los he amado a ustedes. No hay amor más grande que darla vida por sus amigos. Sí, Señor, es muy nuevo amar como somos amados por tu amor. Tu amor no encuentra las cosas buenas y amables sino las hace criaturas nuevas, autores de una nueva creación. ¡Como la antigua creación. está gimiendo y llorando, esperando su liberación por los Hijos de la Resurrección. Nuevos cielos y nueva tierra donde florece una nueva justicia, es la promesa de la nueva civilización del amor. Todo lo hago nuevo, dice el Señor. Una nueva Evangelización brotando de un Nuevo Pentecostés es la nueva esperanza de América Latina. Un continente joven necesita escuchar nuevos cantos de jóvenes nuevos, renovados por el Espíritu. Señor, mora en mí, amado Mío, ven sacia mi sed de Ti, para que yo pueda saciar mi pueblo de Ti!
Sí, Cristo Humilde y de los humildes, es el Cristo Pobre y de
los Pobres. Hay un solo hilo que pasa por toda la Biblia, "Dios
humilla a los orgullosos y enlaza a los humildes". Jesús nació en
Belén tan humildes y tan pobre que nadie va a pensar que el es Hijo
eterno hecho hombre por la Virgen María. Aún mucho más misterioso es
el rechazo de sus milagros y sus profecías por su propio pueblo. Cuando
leemos de la entrada triunfal en Jerusalén pensamos en la grandeza de
la humildad en los ojos del Padre y en la tristeza de la soberbia en el
corazón del pecador. Siempre Jesús abrazó a los pequeñuelos y nos
dijo: "Si ustedes no cambian de corazón no pueden entrar en el
Reino de mi Padre. Ser como un niño es ser sencillo y humilde en el espíritu.
La abertura a lo divino en los humanos no es por las fuerzas e
inteligencias humanas, sino por reconocer mi nada y mi capacidad de
recibir. El nuevo existir en el Reino de Dios es puro regalo, puro don,
y pura satisfacción. El que es infinitamente completo en su existir
eterno con el Padre, bajó a todos nosotros totalmente dependiente en su
existir humano con la Virgen. En su entrada triunfal en Jerusalén sus
seguidores leales rindieron adoración divina a un Dios vestido con
carne humana.
Por eso, Domingo de Ramos establece el espíritu humilde de todas
las celebraciones de Semana Santa. El que entró montado sobre una burra
con su cría es El mismo que lavó los pies de sus discípulos la noche
antes de morir. El que dijo a las mujeres lamentando un sufrir tan
terrible, "no llores por Mí, sino por ustedes mismas y sus
hijos", es El mismo que gritó, "Padre, en tus manos
encomiendo mi Espíritu". Es el que agachó la cabeza y murió. La
humildad de Nuestro Salvador suspendido entre el cielo y la tierra -
Muerto - es la derrota más grande de toda la historia humana, o es la
victoria más maravillosa de la historia de la Salvación. Obediente
hasta la muerte, y muerte en la Cruz, es la corona de todos los hechos
humildes en el Cristianismo. El silencio de Sábado Santo es el día de
la victoria sobre la muerte. Jesús bajó al lugar de los muertos para
despertar las almas de Adán y Eva, Abraham y Sarah, Jacob y Raquel y
todos los Patriarcas y Profetas de los siglos de fe. Con El en su
entrada triunfal en el Cielo está Moisés y David, Isaías y Juan
Bautista. La victoria más maravillosa de la humildad de Jesús es la Tumba vacía, muy en la madrugada del Domingo de la Gloria. El murió y resucitó como El prometió, y promete una nueva esperanza a todos sus discípulos que entran humildemente con El en el descanso del "tercer día". Hombres y mujeres nuevos que quieren vivir una Nueva Creación con el Señor, tienen que ser humildes porque El que es el Autor de la Vida y la Muerte, ama a los pequeñuelos como a sus propios hermanos. "Qué lindo es ver por los montes los pasos del que viene con buenas noticias, que anuncia la Paz, que trae la felicidad, que te anuncia tu Salvación y que te dice: "Ciudad de Sión, ya reina tu Dios". "Cristo Humilde y de los humildes es El mismo, ayer hoy y por toda la eternidad.
En nuestro tiempo es muy importante afirmar nuestra Fe en las
Verdades más grandes. No es tanto sentirse seguro de la primacía de la
Renovación divina sobre todo pensamiento humano. Más bien es
experimentarla fuerza renovadora de la Fe. El mundo moderno promete un
paraíso terrenal lleno de placeres, poderes y plata, pero no puede
saciar los anhelos espirituales de cada persona. Vivir una amistad
personal con el Dios Vivo, y entrar en comunión con su espíritu vale más
que todas la riquezas y bienes materiales. La Resurrección en Cuerpo de
Jesucristo es el Misterio principal de toda la Biblia. Como Pablo
insiste, "Si Cristo no resucitó de entre los muertos, estamos
todavía en nuestros pecados y somos los más infelices entre los seres
humanos. Pero no, Cristo Resucitó y nosotros participamos en su gloria
hoy día. Estamos entre los más felices por saciar nuestra sed con los
ríos de agua viva que corre del Costado abierto. Estamos entre los más
felices por llenar nuestra hambre con Su Cuerpo de Gloria, que ha sido
entregado por nosotros. En fin, estamos entre los más felices por creer
en el Sepulcro Vacío porque el Señor de la gloria Resucitó al tercer
día, como lo había prometido.
Creemos en la Resurrección y el Resucitado Señor. El que nació
Rey de Israel, Resucitó Rey del Universo. Su Reino no tendrá fin y se
abre una nueva vida a todos sus fieles. La búsqueda de una vida que
vale más que el oro y perdura más que siglos, termina con la victoria
del Señor sobre la muerte. La unión íntima con El es Luz de las
Luces, Vida de las vidas y Amor de los Amores. Como Pablo insiste más
de cien veces en sus cartas, Jesucristo en mí y yo en El, es una fuente
inagotable de nuevas esperanzas y alegrías. Con El, y sin lo demás,
hay felicidad con paz y misericordia. Sin El, y con lo demás, no hay
felicidad ni tranquilidad ni libertad. La Resurrección es el milagro más
grande de la vida pública de Jesús y la profecía más extraordinaria
de toda la Biblia. Creer y experimentar el Poder de la Resurrección es
fuente insaciable de una nueva creación. La vieja creación está
gimiendo y llorando, esperando la liberación por los hijos de la
Resurrección. "Ven a mí, Ven a mí Jesús, Ven, Ven, Ven". La Resurrección de Jesús comenzó con algo nuevo en la historia humana. Por el Nacimiento de Jesús dividimos toda la historia humana en tantos años, antes o después de Cristo. Así, El es el Centro, es el Centro, de todo lo pasado, presente y futuro. Por su Resurrección el Señor Jesús, es el Principio y el Fin, Alfa y Omega. El, victorioso en Gloria, es el fin de los fines y toda la nueva creación deriva su fuerza, de El. Principio y fuente de todo lo nuevo, quiere hacer hombres y mujeres nuevos, dándoles a todos un nuevo corazón. El dice a todos, "Recibid mi Espíritu. Los pecados que ustedes perdonen son perdonados". El está diciéndonos a todos sus discípulos en América Latina: "Vayan al mundo y anuncien la Buena Nueva. Haz discípulos míos a todos lo pueblos y naciones. Enséñales mi mensaje de Salvación y prometo acompañarles todos los días hasta el fin del mundo. Quiero derramar mi Espíritu nuevamente como un Nuevo Pentecostés. ¡Maranatá! Ven, Señor Jesús. ¡Maranatá! Ven, Ven. El /¡ve, El vive, Vive el Señor Jesús.
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