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LA
SABIDURÍA CRISTIANA
Algo está sucediendo en la historia humana que es sumamente importante.
Hay un descontento muy generalizado en los países ricos y más
desarrollados. El Papa Juan Pablo II, en su visita pastoral a Brasil,
notó una crisis de esperanza particularmente entre los jóvenes. No
solamente concentró multitudes menos grandes. Todos notaron menos
entusiasmo. A veces el ambiente tenía cierta apatía casi indiferente a
los discursos del Papa. Nadie puede llamar eficazmente a la conversión
si el pueblo ha perdido el sentido del pecado. Nadie puede sanar las
depresiones y tristezas profundas si no hay interés en vivir. Nadie
puede curar las angustias y las inseguridades, si los pacientes no
esperan una vida mejor. Cuando los bienes materiales están presentes en
una abundancia excesiva, sin luchar el joven pierde el desafío con
placeres carnales, el espíritu humano se siente ahogado y frustrado.
Como San Agustín oró en su juventud, "Dios, tú me has hecho para
Ti, y mi corazón no descansa hasta descansar en ti". El vacío
espiritual en la profundidad de cada persona y la soledad en cada ser
gritan al cielo para saciar su sed y llenar su hambre.
LA NECESIDAD DE UNA SABIDURÍA
La búsqueda a la Luz eterna e infinita es la fuente de todos los
estudios básicos y las investigaciones científicas. Las múltiples
luces encuentran su fuente y armonía en la Luz simple e indivisa. La
misma inteligencia nativa en cada persona es más la menos brillante por
su naturaleza. Este entendimiento natural da la firmeza o los conceptos
básicos y los principios fundamentales que hacen posibles las luces de
las distintas ciencias. Además la gran necesidad en cada persona a ser
feliz, engendra otro tipo de luz práctica que es la prudencia. Una
persona sensata, reflexiva va a vivir tranquila para encontrar la
prudencia. Pero atrás de todos el edificio intelectual y coronando su
gloria, es la sabiduría. "Yo, la sabiduría, convivo con la
prudencia y me hice amiga de la reflexión. ¿Quién llama? La
sabiduría. ¿Quién está levantando la voz? La inteligencia. Que la
gente sin instrucción aprenda la prudencia y que los que no reflexionen
se hagan razonables. La sabiduría supera en movilidad a cualquier cosa
que se mueva, todo lo atraviesa y lo penetra, gracias a su pureza. Dios
ama solamente a aquellos que viven con sabiduría" (Sab. 7:21?50).
EL MUNDO ACTUAL. BUSCA LA SABIDURÍA
La naturaleza intelectual de cada persona se perfecciona por la
sabiduría, la cual atrae con suavidad la mente de la persona a la
búsqueda y el amor de la verdad y del bien. Imbuido por la sabiduría, el ser humano se alza por medio de lo visible hacia lo
invisible. Nuestra época, más que ninguna otra, tiene necesidad de
esta sabiduría para humanizar todos los nuevos descubrimientos de la
humanidad. El destino futuro del mundo corre peligro si no se forman
hombres más instruidos en esta sabiduría' (G.S. 15). La nueva cultura
que tiene tanta excelencia en las ciencias y la tecnología es muy
débil en la sabiduría filosófica y divina. La sabiduría verdadera
viene de Dios y está encontrada con mucha Fe en los grandes valores
espirituales, Dios Mismo conocido por Fe, buscado por la esperanza y
amada por la caridad.
DIOS ES NUESTRA SABIDURÍA
Jesucristo manifestó los secretos de Dios a los pequeñuelos, pero los
escondió de los sabios y entendidos de este mundo. La sabiduría
Cristiana comienza con Fe, persevera por Esperanza y está alcanzada por
el amor. Hoy en día la sabiduría verdadera es la única fuente y
fuerza capaz de proteger y comunicar los grandes valores morales. Muchos
conocen lo bueno, aman lo bueno, pero practican lo malo. Falta la
sabiduría de la Santa Cruz que disciplina los deseos carnales y
perfecciona los deseos espirituales. Los valores morales constituyen el
contenido humano de la Sabiduría Cristiana.
SANTO ESPÍRITU, MANIFIESTA A JESÚS EN LA NUEVA CULTURA
El lema del XII Encuentro del Nuevo Pentecostés en La Mansión, es
sumamente importante: "Santo Espíritu, manifiesta a Jesús en la
Nueva Cultura". El espíritu apocalíptico sigue colgado sobre la
historia humana. Ya no es tanto por una guerra nuclear como hace dos
años. Más bien, ahora, y en el siglo XXI, la amenaza destructiva del
planeta entero es ecológico. El ser humano es capaz de hacer una nueva
creación en Cristo, o borrar toda la humanidad de la faz de la tierra.
Por el Espíritu Santo, Jesús tiene que entrar en la nueva
civilización, y en las nuevas culturas, que están brotando en toda
América Latina. Es urgente despertar la Fe en Jesucristo con tanta
fuerza, que vence el secularismo como "el alma" de la nueva
civilización por sus culturas. Además, los valores morales tienen que
romper la dominación de la civilización por el materialismo. También
la nueva ética social tiene que prevalecer sobre el individualismo y
los sistemas totalitarios en lo social. En fin, necesitamos hombres y
mujeres nuevos que sean libres de los egoísmos e idolatrías del siglo
XX.
HACIA UNA NUEVA CIVILIZACIÓN CRISTIANA
Las civilizaciones cristianas, tanto occidental como oriental, ya están
moribundas después de casi 15 siglos de una existencia histórica muy
fecunda. La nueva civilización que está en gestión durante los
últimos dos siglos es completamente secularista. Su fuerza vital que
inspira y orienta la relación (la no relación), con su Ser Supremo es
el secularismo. Su tendencia cultural es marginar a Dios y su Cristo de
la vida humana. El ser humano con la tecnología científica puede hacer
todo sin Dios. Casi nunca en la historia humana el ser humano se ha
sentido tan orgulloso, "Yo soy mi propio Dios". Su carácter
Babélico es tan fuerte que piensa que el ser humano puede construir el
mundo nuevo sin Dios. ¿Cómo es evangelizar la nueva civilización de
tal manera que Jesucristo esté en el centro?
UNA NUEVA CIVILIZACIÓN DEL TRABAJO
Cuando la nueva civilización es realmente Cristiana, otra vez va a
modificar la relación con toda la creación. Ahora hay un materialismo
pesado tratando de encontrar la felicidad en la acumulación de bienes
materiales. El dios dinero falsifica todo el sentido de la vida humana.
La primera relación de la humanidad con toda la creación es ecológica
y no económica. El ser humano tiene que amar y entender las criaturas
antes de usarlas. En seguida, encontramos la primacía del trabajo sobre
la propiedad como instrumento en la felicidad. El trabajo dignifica al
trabajador y hace un mundo desarrollado. Jesucristo es el Evangelio del
trabajo en su vida como carpintero, y por el Espíritu, el trabajo
construye el Reino de Cristo. Así San Pablo insiste: "Pónganse en
paz con la creación."
UNA NUEVA CIVILIZACIÓN DEL AMOR
Lea inculturación del Evangelio de Cristo es principalmente por el amor
social. La solidaridad inspira y mueve la justicia social. Todas las
relaciones sociales son constructivas de una nueva sociedad, cuando el
amor y la justicia social orientan los cambios estructurales. Cuando el
Nuevo Mandamiento del Amor está encarnado en las relaciones sociales,
la Nueva Civilización será verdaderamente Cristiana. La conversión
personal y familiar, también produce la conversión social. Si no hay
hombres y mujeres nuevos es imposible tener una patria nueva. Pero los
corazones transformados en Cristo tienen que producir la Caridad social
y la justicia social. El gran enemigo histórico es el individualismo
que produce las injusticias institucionales y las discordias y peleas
sociales. "Pónganse en paz con todos los hermanos".
UNA NUEVA CIVILIZACIÓN DE VIDA
Cuando la nueva civilización sin fe en Jesucristo es la fuente de las
culturas de la muerte. Si este mundo y sus gustos constituyen la
realidad y no hay vida eterna, todo termina con la muerte. El
materialismo falsifica la importancia de los bienes materiales en la
búsqueda de la felicidad. Como una consecuencia del secularismo y del
individualismo hay el amor falso así mismo, que es el egoísmo. Cristo
prometió una vida nueva, una vida en su plenitud a sus seguidores. La
experiencia de la Resurrección y la Vida Eterna presente, da fuerza
para morir a sí mismo y vivir una nueva vida. La nueva civilización
Cristiana tiene que morir a sí mismo y vivir una nueva vida. La nueva
civilización Cristiana, tiene que vivir la nueva Vida con el Espíritu
del Amor social y el Evangelio del trabajo.
¿HASTA CUANDO?
Estamos en la vísperas de celebrar cinco siglos de la primera
evangelización de América Latina 500 veces hemos celebrado el
nacimiento de Jesucristo en Belén. Quinientas veces hemos escuchado las
promesas de recibir una paz nueva por su nacer en nuestros corazones.
Quinientas veces hemos esperado una nueva Luz que pueda guiar nuestros
pueblos como la "Estrella de Belén". Quinientas veces los
pobres han buscado una justicia más auténtica de El que nació de la
Virgen María, "Sol de la Justicia". Pero, desgraciadamente la
Navidad de 1.991 encuentra una América Latina llena de violencia,
andando en la oscuridad y hundiéndose por las injusticias. La Iglesia
Católica está proclamando una nueva evangelización que promete la paz
navideña, la Luz de Belén y la justicia de Dios. El Espíritu quiere
renovar la faz de la tierra bien contaminada por la polución de 500
años de avaricia y descuido ecológico. Muchas tradiciones hermosas de
celebrar la Navidad en familia y en Iglesia son cubiertas con el polvo
de la borrachera, la oscuridad de la explotación y la violencia de la
mentira. Ya el continente joven quiere una Navidad diferente llena de
luz, justicia y paz.
LUZ DEL MUNDO
Al pueblo de los que caminan en la noche, se le apareció una Luz
intensa a los que vivían en el oscuro país de la muerte, la luz se les
acercó" (ls. 9:1). La nueva cultura está ofreciendo las luces de
las ciencias y la tecnología para construir la sociedad del consumo.
Tiene en cuenta la Luz de Cristo y su Evangelio. La nueva cultura está
causando una crisis de Fe en el Dios Vivo y en Cristo, Luz de la luces.
La navidad es el tiempo de recuperar el brillo de Cristo. Luz del mundo
en las nuevas orientaciones de la historia humana. La Luz de la Fe
tradicional tiene que ser transformada por el Espíritu y su Sabiduría
en la Luz del mundo moderno.
SOL DE LA JUSTICIA
El que nació en Belén es el "Justo", el "Santo" de
Dios. Toda América Latina sufre una crisis moral por las justicias
institucionalizadas. La confusión moral es tan generalizada que lo
justo parece imposible. Pero la Navidad es el tiempo de renovar las
esperanzas prometidas por el Mesías. "No juzgará por las
apariencias, ni se decidirá por lo que se dice, sino que hará justicia
a los débiles y dictará sentencias justas a favor de la gente pobre.
Su palabra derribará al opresor, el soplo de sus labios matará al
malvado" (ls. 11:3-5). Otra vez la nueva cultura fácilmente viola
la justicia social y la solidaridad por su poder económico y social. El
Cristianismo de la Nueva Evangelización tiene que transformar la
justicia de las estructuras actuales en una justicia nueva del Reino.
PRÍNCIPE DE LA PAZ
Uno de los títulos Mesiánicos más enfatizados es, Cristo, Príncipe
de la Paz. En nuestro tiempo es urgente encontrar la "Paz
Navideña' para evitar la violencia y las guerras. La paz mundial es un
bien sin fronteras, una sola paz. La paz étnica y planetaria son
anhelos en todos los corazones. Cómo el mundo no quiere ver un
testimonio de la paz Cristiana en América Latina por una nueva
evangelización! Hay que realizar las promesas Mesiánicas, "Este
es el Consejero admirable, el Héroe Divino, el Padre que no muere, el
Príncipe de la Paz. Su imperio no tiene límites y, en adelante, no
habrá sino paz... " (ls 95-6)
CONCLUSIÓN
Santo Espíritu manifiesta a Jesús Luz, Sol y Paz en la nueva
cultura. Que todos los Cristianos reciban una gracia especial de la
Navidad 91, sean Evangelizadores de la nueva cultura.
TODO LO HAGO NUEVO
"Todo lo hago nuevo", dice el Señor. Siempre la Iglesia
Católica trató de interpretar los signos de nuestro tiempo por la Fe.
Sin duda, el signo de nuestro tiempo es el cambio. Nunca en la historia
humana hemos visto cambios tan rápidos, radicales y globales como ahora cambios
revolucionarios casi sin violencia cambios proféticos,
pero no apocalípticos, cambios utópicos, pero no ideológicos,cambios
con discontinuidad que continuidad, cambios que prometen algo de paz y
no de la guerra. Comenzamos el año nuevo hablando de la ex Unión
Soviética y el "Requiem" de Yugoslavia. Comenzamos el año
1.992 pensando en el V Centenario de la Primera Evangelización en
América Latina, y en los 500 años de explotación de los autóctonos y
sus recursos. Comenzamos el año nuevo, con la esperanza que una nueva
era está brotando en toda la historia humana de las cenizas de una
época que está muriendo. Una nueva civilización con las nuevas
culturas está naciendo, que necesita una nueva evangelización. Para
realizar todo lo nuevo en Cristo, el Cristianismo necesita un Nuevo
Pentecostés. ¡Ven! Espíritu Santo, renueva la faz de la tierra.
CELEBRAR EL V CENTENARIO DE LA PRIMERA EVANGELIZACIÓN
Sea lo que sea, el espíritu de los 500 años de dominación política y
resistencia social en América Latina; la Iglesia de Jesucristo, quiere
celebrar la Primera Evangelización y su fruto principal con mucha
gratitud y humildad. Sin duda, Jesucristo comenzó a vivir en las
Américas con los primeros misioneros quienes plantaron la Cruz de la
Salvación en los corazones y las culturas del mundo nuevo. La misma
Iglesia de Jesucristo, la Iglesia Católica de los siglos de santos y
mártires, comenzó a existir en Palabra y Celebración, en Pastoral y
misión en los nuevos pueblos. Con toda humildad en Cristo, todos los
Cristianos quieren dar gracias al Señor por manifestar su bondad
gratuitamente a las Américas. Pero, también hay que pedir perdón por
los pecados personales y sociales. Tantas veces los misioneros estaban
demasiados contentos en bautizar las multitudes sin preocuparse bastante
de su conversión. Tantas veces hemos celebrado las misas y los
sacramentos como ritos y ceremonias sin comunicarles a los fieles el
Espíritu de Amor y Comunidad. Lo peor y lo más débil hasta hoy día,
es no infundir en los Cristifideles el compromiso de construir un orden
social nuevo y una civilización del amor.
CELEBRAR LA RECONCILIACIÓN DE RAZAS Y CULTURAS EN CRISTO
La Iglesia de Jesucristo no puede liberarse de mucha culpa por los
atropellos y matanzas cometidas contra los pueblos indígenas. Desde
principios, el Cristianismo de los soldados y conquistadores, de los
reyes y sus privilegiados era lleno de violencia, avaricia, ambiciones y
desprecio, Tantas veces la palabra de los misioneros nos orientó al
pueblo en una hermandad auténtica con solidaridad y justicia social.
Tantas veces las misas y los sacramentos eran tan mal celebrados que el
pueblo no sentía una conversión personal y social. En la misma
pastoral la raza blanca y mestizada, andaba con muchos privilegios en
las procesiones y celebraciones públicas y en los ministerios
ordenados. Por eso, y aún mucho más, la Iglesia quiere arrepentirse,
pedir perdón y cambiar la vida personal y social. Ojalá que la Nueva
Evangelización pueda purificar la palabra, el sacramento y la pastoral
de los compromisos falsos con el mundo del pecado.
CONCLUSIÓN
El año nuevo comienza con algo muy grande en toda América Latina,
cinco siglos de presentarle a Jesucristo al mundo nuevo y sus pueblos.
Además, todos prometen mejorar sus conversiones y ser evangelizadores
de la paz. Este año nuevo, 1.992, es decisivo para la Iglesia Católica
en América Latina. Hay que recuperar el Cristianismo de los mártires o
perder la batalla.
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