Libro 5           37 - 40        Cada una de estas páginas contiene 4 cartas

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CARTA   39  
CARTA   40  

 

37           LA SABIDURÍA CRISTIANA

Algo está sucediendo en la historia humana que es sumamente importante. Hay un descontento muy generalizado en los países ricos y más desarrollados. El Papa Juan Pablo II, en su visita pastoral a Brasil, notó una crisis de esperanza particularmente entre los jóvenes. No solamente concentró multitudes menos grandes. Todos notaron menos entusiasmo. A veces el ambiente tenía cierta apatía casi indiferente a los discursos del Papa. Nadie puede llamar eficazmente a la conversión si el pueblo ha perdido el sentido del pecado. Nadie puede sanar las depresiones y tristezas profundas si no hay interés en vivir. Nadie puede curar las angustias y las inseguridades, si los pacientes no esperan una vida mejor. Cuando los bienes materiales están presentes en una abundancia excesiva, sin luchar el joven pierde el desafío con placeres carnales, el espíritu humano se siente ahogado y frustrado. Como San Agustín oró en su juventud, "Dios, tú me has hecho para Ti, y mi corazón no descansa hasta descansar en ti". El vacío espiritual en la profundidad de cada persona y la soledad en cada ser gritan al cielo para saciar su sed y llenar su hambre.


LA NECESIDAD DE UNA SABIDURÍA

La búsqueda a la Luz eterna e infinita es la fuente de todos los estudios básicos y las investigaciones científicas. Las múltiples luces encuentran su fuente y armonía en la Luz simple e indivisa. La misma inteligencia nativa en cada persona es más la menos brillante por su naturaleza. Este entendimiento natural da la firmeza o los conceptos básicos y los principios fundamentales que hacen posibles las luces de las distintas ciencias. Además la gran necesidad en cada persona a ser feliz, engendra otro tipo de luz práctica que es la prudencia. Una persona sensata, reflexiva va a vivir tranquila para encontrar la prudencia. Pero atrás de todos el edificio intelectual y coronando su gloria, es la sabiduría. "Yo, la sabiduría, convivo con la prudencia y me hice amiga de la reflexión. ¿Quién llama? La sabiduría. ¿Quién está levantando la voz? La inteligencia. Que la gente sin instrucción aprenda la prudencia y que los que no reflexionen se hagan razonables. La sabiduría supera en movilidad a cualquier cosa que se mueva, todo lo atraviesa y lo penetra, gracias a su pureza. Dios ama solamente a aquellos que viven con sabiduría" (Sab. 7:21?50).


EL MUNDO ACTUAL. BUSCA LA SABIDURÍA

La naturaleza intelectual de cada persona se perfecciona por la sabiduría, la cual atrae con suavidad la mente de la persona a la búsqueda y el amor de la verdad y del bien. Imbuido por la sabiduría, el ser humano se alza por medio de lo visible hacia lo invisible. Nuestra época, más que ninguna otra, tiene necesidad de esta sabiduría para humanizar todos los nuevos descubrimientos de la humanidad. El destino futuro del mundo corre peligro si no se forman hombres más instruidos en esta sabiduría' (G.S. 15). La nueva cultura que tiene tanta excelencia en las ciencias y la tecnología es muy débil en la sabiduría filosófica y divina. La sabiduría verdadera viene de Dios y está encontrada con mucha Fe en los grandes valores espirituales, Dios Mismo conocido por Fe, buscado por la esperanza y amada por la caridad.


DIOS ES NUESTRA SABIDURÍA

Jesucristo manifestó los secretos de Dios a los pequeñuelos, pero los escondió de los sabios y entendidos de este mundo. La sabiduría Cristiana comienza con Fe, persevera por Esperanza y está alcanzada por el amor. Hoy en día la sabiduría verdadera es la única fuente y fuerza capaz de proteger y comunicar los grandes valores morales. Muchos conocen lo bueno, aman lo bueno, pero practican lo malo. Falta la sabiduría de la Santa Cruz que disciplina los deseos carnales y perfecciona los deseos espirituales. Los valores morales constituyen el contenido humano de la Sabiduría Cristiana.


SANTO ESPÍRITU, MANIFIESTA A JESÚS EN LA NUEVA CULTURA


El lema del XII Encuentro del Nuevo Pentecostés en La Mansión, es sumamente importante: "Santo Espíritu, manifiesta a Jesús en la Nueva Cultura". El espíritu apocalíptico sigue colgado sobre la historia humana. Ya no es tanto por una guerra nuclear como hace dos años. Más bien, ahora, y en el siglo XXI, la amenaza destructiva del planeta entero es ecológico. El ser humano es capaz de hacer una nueva creación en Cristo, o borrar toda la humanidad de la faz de la tierra. Por el Espíritu Santo, Jesús tiene que entrar en la nueva civilización, y en las nuevas culturas, que están brotando en toda América Latina. Es urgente despertar la Fe en Jesucristo con tanta fuerza, que vence el secularismo como "el alma" de la nueva civilización por sus culturas. Además, los valores morales tienen que romper la dominación de la civilización por el materialismo. También la nueva ética social tiene que prevalecer sobre el individualismo y los sistemas totalitarios en lo social. En fin, necesitamos hombres y mujeres nuevos que sean libres de los egoísmos e idolatrías del siglo XX.


HACIA UNA NUEVA CIVILIZACIÓN CRISTIANA

Las civilizaciones cristianas, tanto occidental como oriental, ya están moribundas después de casi 15 siglos de una existencia histórica muy fecunda. La nueva civilización que está en gestión durante los últimos dos siglos es completamente secularista. Su fuerza vital que inspira y orienta la relación (la no relación), con su Ser Supremo es el secularismo. Su tendencia cultural es marginar a Dios y su Cristo de la vida humana. El ser humano con la tecnología científica puede hacer todo sin Dios. Casi nunca en la historia humana el ser humano se ha sentido tan orgulloso, "Yo soy mi propio Dios". Su carácter Babélico es tan fuerte que piensa que el ser humano puede construir el mundo nuevo sin Dios. ¿Cómo es evangelizar la nueva civilización de tal manera que Jesucristo esté en el centro?


UNA NUEVA CIVILIZACIÓN DEL TRABAJO

Cuando la nueva civilización es realmente Cristiana, otra vez va a modificar la relación con toda la creación. Ahora hay un materialismo pesado tratando de encontrar la felicidad en la acumulación de bienes materiales. El dios dinero falsifica todo el sentido de la vida humana. La primera relación de la humanidad con toda la creación es ecológica y no económica. El ser humano tiene que amar y entender las criaturas antes de usarlas. En seguida, encontramos la primacía del trabajo sobre la propiedad como instrumento en la felicidad. El trabajo dignifica al trabajador y hace un mundo desarrollado. Jesucristo es el Evangelio del trabajo en su vida como carpintero, y por el Espíritu, el trabajo construye el Reino de Cristo. Así San Pablo insiste: "Pónganse en paz con la creación."


UNA NUEVA CIVILIZACIÓN DEL AMOR

Lea inculturación del Evangelio de Cristo es principalmente por el amor social. La solidaridad inspira y mueve la justicia social. Todas las relaciones sociales son constructivas de una nueva sociedad, cuando el amor y la justicia social orientan los cambios estructurales. Cuando el Nuevo Mandamiento del Amor está encarnado en las relaciones sociales, la Nueva Civilización será verdaderamente Cristiana. La conversión personal y familiar, también produce la conversión social. Si no hay hombres y mujeres nuevos es imposible tener una patria nueva. Pero los corazones transformados en Cristo tienen que producir la Caridad social y la justicia social. El gran enemigo histórico es el individualismo que produce las injusticias institucionales y las discordias y peleas sociales. "Pónganse en paz con todos los hermanos".


UNA NUEVA CIVILIZACIÓN DE VIDA

Cuando la nueva civilización sin fe en Jesucristo es la fuente de las culturas de la muerte. Si este mundo y sus gustos constituyen la realidad y no hay vida eterna, todo termina con la muerte. El materialismo falsifica la importancia de los bienes materiales en la búsqueda de la felicidad. Como una consecuencia del secularismo y del individualismo hay el amor falso así mismo, que es el egoísmo. Cristo prometió una vida nueva, una vida en su plenitud a sus seguidores. La experiencia de la Resurrección y la Vida Eterna presente, da fuerza para morir a sí mismo y vivir una nueva vida. La nueva civilización Cristiana tiene que morir a sí mismo y vivir una nueva vida. La nueva civilización Cristiana, tiene que vivir la nueva Vida con el Espíritu del Amor social y el Evangelio del trabajo.

 

¿HASTA CUANDO?


Estamos en la vísperas de celebrar cinco siglos de la primera evangelización de América Latina 500 veces hemos celebrado el nacimiento de Jesucristo en Belén. Quinientas veces hemos escuchado las promesas de recibir una paz nueva por su nacer en nuestros corazones. Quinientas veces hemos esperado una nueva Luz que pueda guiar nuestros pueblos como la "Estrella de Belén". Quinientas veces los pobres han buscado una justicia más auténtica de El que nació de la Virgen María, "Sol de la Justicia". Pero, desgraciadamente la Navidad de 1.991 encuentra una América Latina llena de violencia, andando en la oscuridad y hundiéndose por las injusticias. La Iglesia Católica está proclamando una nueva evangelización que promete la paz navideña, la Luz de Belén y la justicia de Dios. El Espíritu quiere renovar la faz de la tierra bien contaminada por la polución de 500 años de avaricia y descuido ecológico. Muchas tradiciones hermosas de celebrar la Navidad en familia y en Iglesia son cubiertas con el polvo de la borrachera, la oscuridad de la explotación y la violencia de la mentira. Ya el continente joven quiere una Navidad diferente llena de luz, justicia y paz.


LUZ DEL MUNDO

Al pueblo de los que caminan en la noche, se le apareció una Luz intensa a los que vivían en el oscuro país de la muerte, la luz se les acercó" (ls. 9:1). La nueva cultura está ofreciendo las luces de las ciencias y la tecnología para construir la sociedad del consumo. Tiene en cuenta la Luz de Cristo y su Evangelio. La nueva cultura está causando una crisis de Fe en el Dios Vivo y en Cristo, Luz de la luces. La navidad es el tiempo de recuperar el brillo de Cristo. Luz del mundo en las nuevas orientaciones de la historia humana. La Luz de la Fe tradicional tiene que ser transformada por el Espíritu y su Sabiduría en la Luz del mundo moderno.


SOL DE LA JUSTICIA

El que nació en Belén es el "Justo", el "Santo" de Dios. Toda América Latina sufre una crisis moral por las justicias institucionalizadas. La confusión moral es tan generalizada que lo justo parece imposible. Pero la Navidad es el tiempo de renovar las esperanzas prometidas por el Mesías. "No juzgará por las apariencias, ni se decidirá por lo que se dice, sino que hará justicia a los débiles y dictará sentencias justas a favor de la gente pobre. Su palabra derribará al opresor, el soplo de sus labios matará al malvado" (ls. 11:3-5). Otra vez la nueva cultura fácilmente viola la justicia social y la solidaridad por su poder económico y social. El Cristianismo de la Nueva Evangelización tiene que transformar la justicia de las estructuras actuales en una justicia nueva del Reino.


PRÍNCIPE DE LA PAZ

Uno de los títulos Mesiánicos más enfatizados es, Cristo, Príncipe de la Paz. En nuestro tiempo es urgente encontrar la "Paz Navideña' para evitar la violencia y las guerras. La paz mundial es un bien sin fronteras, una sola paz. La paz étnica y planetaria son anhelos en todos los corazones. Cómo el mundo no quiere ver un testimonio de la paz Cristiana en América Latina por una nueva evangelización! Hay que realizar las promesas Mesiánicas, "Este es el Consejero admirable, el Héroe Divino, el Padre que no muere, el Príncipe de la Paz. Su imperio no tiene límites y, en adelante, no habrá sino paz... " (ls 95-6)


CONCLUSIÓN


Santo Espíritu manifiesta a Jesús Luz, Sol y Paz  en la nueva cultura. Que todos los Cristianos reciban una gracia especial de la Navidad 91, sean Evangelizadores de la nueva cultura.

 

TODO LO HAGO NUEVO


"Todo lo hago nuevo", dice el Señor. Siempre la Iglesia Católica trató de interpretar los signos de nuestro tiempo por la Fe. Sin duda, el signo de nuestro tiempo es el cambio. Nunca en la historia humana hemos visto cambios tan rápidos, radicales y globales como ahora cambios revolucionarios casi sin violencia cambios proféticos, pero no apocalípticos, cambios utópicos, pero no ideológicos,cambios con discontinuidad que continuidad, cambios que prometen algo de paz y no de la guerra. Comenzamos el año nuevo hablando de la ex Unión Soviética y el "Requiem" de Yugoslavia. Comenzamos el año 1.992 pensando en el V Centenario de la Primera Evangelización en América Latina, y en los 500 años de explotación de los autóctonos y sus recursos. Comenzamos el año nuevo, con la esperanza que una nueva era está brotando en toda la historia humana de las cenizas de una época que está muriendo. Una nueva civilización con las nuevas culturas está naciendo, que necesita una nueva evangelización. Para realizar todo lo nuevo en Cristo, el Cristianismo necesita un Nuevo Pentecostés. ¡Ven! Espíritu Santo, renueva la faz de la tierra.


CELEBRAR EL V CENTENARIO DE LA PRIMERA EVANGELIZACIÓN

Sea lo que sea, el espíritu de los 500 años de dominación política y resistencia social en América Latina; la Iglesia de Jesucristo, quiere celebrar la Primera Evangelización y su fruto principal con mucha gratitud y humildad. Sin duda, Jesucristo comenzó a vivir en las Américas con los primeros misioneros quienes plantaron la Cruz de la Salvación en los corazones y las culturas del mundo nuevo. La misma Iglesia de Jesucristo, la Iglesia Católica de los siglos de santos y mártires, comenzó a existir en Palabra y Celebración, en Pastoral y misión en los nuevos pueblos. Con toda humildad en Cristo, todos los Cristianos quieren dar gracias al Señor por manifestar su bondad gratuitamente a las Américas. Pero, también hay que pedir perdón por los pecados personales y sociales. Tantas veces los misioneros estaban demasiados contentos en bautizar las multitudes sin preocuparse bastante de su conversión. Tantas veces hemos celebrado las misas y los sacramentos como ritos y ceremonias sin comunicarles a los fieles el Espíritu de Amor y Comunidad. Lo peor y lo más débil hasta hoy día, es no infundir en los Cristifideles el compromiso de construir un orden social nuevo y una civilización del amor.


CELEBRAR LA RECONCILIACIÓN DE RAZAS Y CULTURAS EN CRISTO

La Iglesia de Jesucristo no puede liberarse de mucha culpa por los atropellos y matanzas cometidas contra los pueblos indígenas. Desde principios, el Cristianismo de los soldados y conquistadores, de los reyes y sus privilegiados era lleno de violencia, avaricia, ambiciones y desprecio, Tantas veces la palabra de los misioneros nos orientó al pueblo en una hermandad auténtica con solidaridad y justicia social. Tantas veces las misas y los sacramentos eran tan mal celebrados que el pueblo no sentía una conversión personal y social. En la misma pastoral la raza blanca y mestizada, andaba con muchos privilegios en las procesiones y celebraciones públicas y en los ministerios ordenados. Por eso, y aún mucho más, la Iglesia quiere arrepentirse, pedir perdón y cambiar la vida personal y social. Ojalá que la Nueva Evangelización pueda purificar la palabra, el sacramento y la pastoral de los compromisos falsos con el mundo del pecado.


CONCLUSIÓN

El año nuevo comienza con algo muy grande en toda América Latina, cinco siglos de presentarle a Jesucristo al mundo nuevo y sus pueblos. Además, todos prometen mejorar sus conversiones y ser evangelizadores de la paz. Este año nuevo, 1.992, es decisivo para la Iglesia Católica en América Latina. Hay que recuperar el Cristianismo de los mártires o perder la batalla.

 

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