Libro 5           65 - 68        Cada una de estas páginas contiene 4 cartas

En esta Página:

CARTA    66
CARTA    67  
CARTA    68  


65          ESCUCHAD AMERICAS, LA VERDAD OS HARA LIBRES

Mis ojos están mirando algo maravilloso: La Nueva Venida del Señor Jesús a las Américas. Está llegando a las Playas de Santo Domingo siguiendo la ruta de los primeros evangelizadores. El es el mismo Jesús que llegó a las Américas hace cinco siglos. Pero está desprendiéndose de la Santa Cruz con las llagas brillantes, su rostro radiante y su vestido resplandeciente como el Sol. El mar se calma cuando sus pies tocan las olas agitadas y la tierra se estremece bajo "los pasos del que viene con Buenas Noticias, que anuncia la paz, que trae la felicidad". Está llegando a una llanura llena de huesos completamente secos. Hay millones, y millones de huesos separados en unos 450 grupos, y cada uno tiene su pastor. El Buen Pastor, andando en medio de los huesos es el Papa Juan Pablo II. Jesús les pregunta a los pastores, ¿piensan que podrán revivir estos huesos? Los pastores contestan, Señor Jesús, sólo tú lo sabes. Entonces Jesús les dijo, "Estos Huesos son todos los pueblos de Américas y sus culturas. Sus almas están bajo el altar de los sacrificios y gritan muy fuerte, "Dominador, Santo y Justo, ¿hasta cuándo estarás sin hacer justicia y pedir cuentas por nuestra sangre a los poderosos de la tierra?". El Señor les contesta, "Esperen todavía un poco más, hasta que se complete el número de hermanos que deben ser muertos como ellos en la nueva evangelización".

Entonces el Papa va a gritar a los pastores en el nombre de Jesús, "Hablen de mi parte sobre los huesos secos, Escuchad Américas, la Verdad os hará libres. Pondré sobre ustedes nervios y haré crecer la carne y los cubriré con piel y pondré en ustedes mi Espíritu, de manera que vivirán y sabrán que Yo soy el Señor. Mientras más pastores hablaron, se produjo un ruido y un alboroto, los huesos se juntaron, se cubrieron de nervios y se formó carne, y la piel se extendía por encima, pero no había espíritu en ellos. El Señor entonces le dijo, "Habla de parte mía al Espíritu Santo y dile de parte del Señor Jesús: Ven Espíritu Santo, Ven por los cuatro lados y sopla sobre estos muertos para que vivan! Los pastores hicieron según la orden del Señor Jesús y el Espíritu entró en ellos. Se reanimaron y se pusieron de pie; eran un ejército grande, muy grande". Pero muchos de ellos andaban diciendo: Se han secado nuestras culturas y nuestros hijos. Hemos perdido nuestra esperanza, el fin ha llegado para nosotros. Por eso, vayan a sus tierras, a sus pueblos y a sus culturas y proclamen de nuevo el Mensaje de la liberación en Jesús, Pueblo mío, Pueblo Nuevo, los haré salir de su esclavitud y los llevaré de nuevo a sus tierras y a sus culturas. Infundiré mi Espíritu en ustedes y volverán a vivir, y los estableceré sobre su tierra, y ustedes entonces sabrán que Yo, el Señor Jesús, digo y pongo por obra". Pero no vayan a sus pueblos sin recibir de Nuevo la fuerza del Espíritu Santo. Durante los 9 días de reunión con un sólo corazón y una sola alma vamos a orar con la Virgen Morena presente pidiendo un Nuevo Pentecostés para nuestros pueblos, con sus culturas y sus esperanzas. Ustedes vana ser mis testigos en toda América Latina, Central, Sur y Norte y hasta los fines de la tierra.

Ahora estamos reunidos para recordar, conmemorar y celebrar un acontecimiento en la historia de la Salvación de gran importancia. La primera evangelización de las Américas fue una obra heroica. Nunca en la historia del Cristianismo el Evangelio llegó a dos continentes enormes dentro de os 50 años. Hasta hoy día, 500 años después, América Latina es el único continente Cristiano, Católico por tradición. Desgraciadamente la Cruz de Jesús, llegó muy identificada con la espada de los soldados, la avaricia de los conquistadores y la gloria del Rey. No hay duda, pero los 50 millones de gente indígena, y sus 400 culturas, el descubrir era un dominar, el encuentro de dos mundos, fue una pérdida de vidas y culturas, civilizar fue un conquistar. La civilización Cristiana occidental impuso su Cristiandad sin evangelizar, su sacramentalización sin convertir y su conquista sin respetar. Durante los primeros 40 años, murieron por lo menos 40 millones de indígenas, la mitad de las culturas desapareció y un nuevo rey Carlos V, tomó posesión en nombre de Cristo ­Rey. Durante cinco siglos, y hasta hoy día, sigue el tratamiento de los indígenas como una raza inferior, despojada de su territorio, privada de su cultura y catolizados por tradición y no por conversión. Queremos celebrar la venida de Jesús y su evangelio a las Américas con el poder de la Cruz como la única bandera del Amor. Queremos arrepentirnos y humildemente pedir  perdón por los atropellos y las matanzas, con el propósito firme de cambiar todo por la nueva evangelización. Queremos celebrar una reconciliación en Cristo con la nueva raza morena, con la propia cultura mestizada y con su Fe Católica completamente transformada. Queremos cantar con todos, "Santo Espíritu descubre el rostro moreno de Jesús" e invocar a la Madre de Jesús diciendo. Virgen María, Madre de Esperanza, enséñanos a Evangelizar. Unidos en el Señor Jesús queremos cantar, Santo Espíritu manifiesta a Jesús en la Nueva Cultura. Si, Escuchad América La Verdad os hará libres".

 

JESÚS ES EL SEÑOR

¿Cuál es la primera verdad que las Américas tienen que escuchar? Sin duda, la respuesta es, "Jesús es el Señor". Pero nadie puede proclamar sinceramente que Jesús es el Señor, sino movido por el Poder del Espíritu. Por eso, América Latina ocupa un lugar muy privilegiado, porque estamos en un Nuevo Pentecostés desde Medellín en 1.968, dice el Cardenal Eduardo Pironio. Bajo el Poder del Espíritu, todos tienen un mismo Señor, Jesús, el cual da abundantemente a todo el que lo invoca. Pero, ¿cómo invocarían al Señor sin haber creído en El? ¿Cómo creer en El, si antes no oyeron hablar de El? Y, ¿cómo oír si no hay quien predique? Y, ¿cómo irán a predicar sin ser enviados? Como dice la Escritura: ¡Qué lindo es el caminar de los que traen Buenas Noticias! Por lo tanto la Fe nace de una predicación, y lo que se proclama es la Palabra de Dios. Los que proclaman la nueva venida de Jesús a América Latina, tienen que sentir el Poder del Espíritu Santo como en la Sinagoga de Nazareth, "El Espíritu del Dios Padre está sobre mí, porque El me ungió para anunciar la Buena Nueva a los pobres, para anunciar a los cautivos su libertad y a los ciegos que pronto van a ver. A despedir libres a los oprimidos y a proclamar el año de la Gracia del Señor.

 LA VERDAD OS HARÁ LIBRES PARA UNA NUEVA VIDA

Que los Mensajeros de la Verdad, sean Misioneros de la Vida que solo El puede dar. Jesús dice, "Yo Soy el Buen Pastor. Yo he venido de nuevo a las Américas para darles vida y Vida Abundante. El Evangelio de Jesús no es solamente "Buena Noticia", sino más bien es "Buena Nueva". Hay que renacer del agua y del Espíritu si no, es imposible entrar en el Reino de Dios. Así por conversión y Fe, por el Bautismo de Agua y Fuego hay que nacer de nuevo. Decimos que América Latina es un continente joven y lleno de esperanza, y hay algo de la Verdad en eso. Pero cinco siglos de Cristianismo a medias, está debilitando mucho la fuerza libertadora de la Fe en Jesús. Algunos dicen que 8.000 católicos en América Latina están abandonando su Iglesia cada día para entrar en las sectas. Durante la década de los ochenta, 40 millones de católicos dejaron la Iglesia para ser Evangélicos, Pentecostales u otros grupos. No es solamente con la Biblia en la mano que los nuevos evangelizadores llaman al pueblo a la conversión de un Cristo que vive. Más bien por el testimonio de la Vida cambiada, por una alegría manifestada así los oyentes pueden ser convencidos y convertidos Católicos de Verdad. No hay amor más grande que dar la Vida por sus amigos. Una nueva solidaridad hay que hacer que es tan fuerte que vence las injusticias con el Poder de El que es el vivificador de la Iglesia y el Alma de mi alma el Espíritu Santo".

JESÚS ES EL SEÑOR, OS HARÁ LIBRES DEL PECADO

El Espíritu va a convencer al mundo del pecado, de la justicia y del justo Para San Juan, el pecado es no creer en Jesús que vive Resucitado. El "secreto de la Vida" es Jesús en nosotros y entre nosotros, nuestra esperanza de gloria. El pecado del mundo actual es vivir su "carácter babélico", es tan fuerte que Dios no entra en el centro de su vida. Los ídolos actuales de (dinero, poder y placer), hacen a la persona humana sorda y ciega a Jesús y su Evangelio. La secularización está produciendo una herejía, una apostasía grande llamado el "secularismo". Este mundo es todo y autosuficiente. No hay necesidad de un Salvador que murió en la Santa Cruz para perdonarlos pecados. El ser humano puede solucionar sus problemas y construirla ciudad terrenal sin Dios y su Salvador Jesús. El Cristianismo de nuevo tiene que manifestar que Jesús es el Señor del Universo y los problemas ecológicos no tienen solución sin El. Los nuevos evangelizadores tienen que escribir la historia humana en el Señor Jesús y construir la nueva civilización de Vida Nueva con el Amor. El mundo actual tiene que escuchar del Señor Jesús, el Buen Pastor, más que Justo juez. La Fe Salvífica nos limpia del pecado original y suaviza los efectos de los pecados personales y sociales. "Si ustedes son mis discípulos van a conocer la Verdad y la Verdad os hará libres".

 CONCLUSION

Jesús murió y resucitó para salvar y santificar a toda la humanidad. El espera que nosotros vayamos a evangelizar las culturas de hoy e inculturar el evangelio en la Nueva Cultura que esta naciendo. Como Jesús comenzó una Nueva Creación en el Poder del Espíritu, El espera que nosotros nos comprometamos en la liberación de las dominaciones y opresiones actuales. Toda la creación está gimiendo y llorando, esperando su liberación por los hijos de la Resurrección. La misión de cada Cristiano y el Cristianismo actual es salvífica y no política, profética y no ideológica. Qué hermoso son los pies de aquellos que caminan por las sendas de la Paz, que anuncian y promueven la Paz. La verdad del Señor sigue caminando por los Caminos de la Verdad 

 

LA ESPADA, EL TRONO Y EL ORO EN LAS AMERICAS

Algo maravilloso está pasando. Somos testigos de una nueva venida de Jesús a las Américas. El es el mismo Jesús, ayer, hoy y por toda la eternidad. Pero vemos algo muy diferente en la nueva llegada. Ahora todos hablan de la Gloria de la Santa Cruz, como la única bandera del Amor capaz de perdonarlos pecados de cinco siglos de una cristiandad muy mezclada con la espada, el trono y el oro. Hoy en día hay muchas banderas étnicas, nacionalistas e ideológicas, capaces de dividir y destruir la raza humana. El racismo mezclado con diferencias culturales y religiosas, es capaz de derramar mucha sangre. Rápidamente cada grupo racial está elevando su bandera de resentimiento y ambiciones sin el amor de Jesús en la Santa Cruz. Cuando las otras banderas del amor encuentran su perdón y reconciliación en la bandera de la Cruz, podemos promover una América Latina unida en el Amor del Señor. Eso es la gran esperanza simbolizada en el Señor Crucificado, bajado de la Cruz en el Poder del Espíritu para convencer a pueblos y naciones del Pecado, de la Justicia y del justo. Ya la Iglesia del Señor Jesús, quiere ser pobre y de los pobres, débil y de los débiles, y humilde y de los humildes. Todos quieren cantar, "En mi corazón hay una sola bandera del amor que es muy, muy grande. La Cruz de Jesús." Todas las otras banderas tienen que purificar su amor en los Ríos de Agua Viva que corren del costado abierto de la Cruz.

LA BANDERA DE LA CRUZ LLAMA A TODOS A UNA CON VERSION DE FE

No hay duda que la conquista de América Latina por los Españoles y Portugueses era un atropello muy injusto. La Cruz de Jesús era demasiado unida a la espada de los intereses de este mundo y sus pecados. Nadie tenía derecho de matar a cuarenta millones de gente indígena durante los primeros cincuenta años. Era un tipo de genocidio con la destrucción de las culturas y el robo de sus riquezas. Mucho de la dominación socio cultural del colonialismo duró hasta las guerras de liberación hace 180 años.

Todavía después de 500 años de la Primera Evangelización, la gente nativa es ciudadana de segunda categoría, sin territorio propio, sin educación adecuada y dominada por la raza blanca y mestiza. Pero ahora está llegando la hora de la liberación de toda forma de opresión y esclavitud. Nade puede celebrar los abusos, matanzas y robos de los Europeos. Nadie puede justificar las dominaciones y matanzas bajo la Bandera del Reino de Cristo y su Cruz. Más bien todos los Europeos de la raza blanca y mestizada tienen que arrepentirse por las atrocidades, crímenes, y robos. Con el propósito firme de cambiar las injusticias y reconocer los derechos de los autóctonos a su cultura, idioma y territorio, país por país necesitamos nuevas leyes y programas concretos de igualdad en derechos y deberes. Sólo la gran bandera del Amor universal puede perdonar los pecados, liberar a los pecadores y sanar tantas heridas.

LA BANDERA DEL AMOR QUIERE CELEBRAR LA RECONCILIACION

Pero, "la leyenda negra", se ve nada más que abusos, robos, matanzas durante los 5 siglos de la Primera Evangelización, es igualmente falsa. Una de las grandes bendiciones del Cristianismo auténtico es la reconciliación de fuerzas antagónicas hasta amar a los enemigos y orar que haya conversiones personales y sociales entre los explotadores y los explotados, entre los dominados y los dominadores, entre los de las razas distintas. ¿Quién puede hermanar distintas razas, culturas, grupos étnicos dentro del mismo país sino Jesús y su bandera del amor en la Santa Cruz? Hay que celebrar la reconciliación en toda América Latina de la gente indígena con los conquistadores. Solamente los hijos de un solo Padre pueden ser hermanos de verdad en Jesús nuestro hermano en Fe. Como San Pablo dice, no hay que mirar a nadie con criterios humanos, sino con criterios de Fe. La conversión personal y social de toda América Latina es la esperanza más grande de cambiar los resentimientos en bailes en el Señor. Jesús quiere derramar su Espíritu Santo abundantemente como en un Nuevo Pentecostés. Uno de los frutos más grandes de la Nueva Evangelización, tiene que ser un Cristianismo Nuevo con una Nueva Civilización del Amor.

Cada vez al celebrar el Misterio Pascual en la Eucaristía, debemos sentir el perdón de los pecados, y la liberación de los pecadores. Jesús está entrando de nuevo en toda América Latina para celebrar y realizar una nueva civilización del Amor. El Nuevo Pueblo de Dios, que es la Iglesia del Señor, tiene que manifestar y comunicar lo que es: La Hermandad más grande y más eficaz en el mundo, entero. Todos tienen que cantar: "En mi corazón hay banderas de amor ". Son capaces de reconciliar, hermanar y celebrar algo nuevo que esta sucediendo en la Casa del Señor. 

 

EL AÑO NUEVO 1.993

Hace algún tiempo escuchamos a muchos hablar de: Lumen 2.000, La Nueva Evangelización 2.000; la década '90 ‑Un Nuevo Adviento ‑Un Nuevo Pentecostés. Sea lo que sea el título, todos sienten que algo nuevo está sucediendo en el Pueblo de Dios, y aún más visible en el mundo. Los problemas étnicos y ecológicos son tan urgentes que algunos pasos equivocados pueden ser traumáticos para la raza humana. Temas antiguos como libertad religiosa, el amor hacia los pobres, la paz y la guerra, la violencia‑no violencia, vuelven como modernos. La muerte relámpago del Marxismo como ideología, y del comunismo como partido es como una intervención milagrosa de Dios en la historia humana. El fracaso del capitalismo y del neo‑liberalismo como la única alternativa ideológica es igualmente traumática. Algunos dicen que lo nuevo viene de un pragmatismo dinámico sin ideologías, modelos y visiones nuevas. La historia se mueve con un ritmo tan acelerado que muchos dicen que la distinción más importante está entre los lentos y los veloces. Los que hablaron con mucho entusiasmo de una teología de la liberación que incorpora el socialismo Marxista como análisis y praxis, ya están atrasados que no necesitan ser derrotados con polémicas. Todas las filosofías de existencialismo, estructuralismo y lenguaje han pasado sin mayor lamento de sus muertos. A veces alguien pensaría que todo es relativo sin absolutos, retórico sin lógico, anárquico sin dirección y sofistas sin certeza. Parece que las ciencias no tienen raíces en una sabiduría, y la ética no tiene valores perdurables en una religión sin Fe. Algunos dicen que lo espiritual no es real y lo material explica todo. Otros insisten que las cosas valen más que las personas y el "ser más" no tiene importancia sin el "tener más". La técnica orienta el cambio social más que la ética y "conocer y hacer más", dan más resultados que el "ser más". Todo eso produce una crisis intelectual y moral, emocional y espiritual que produce una sola conclusión: Vanidad de las vanidades, y todo es pura vanidad sin Dios y su Providencia: Vanidad de las vanidades, y todo es pura vanidad sin el alma espiritual y la recompensa eterna. Vanidad de las vanidades y todo es pura vanidad sin Fe y la Palabra de Dios.

Para confrontar una realidad tan cambiante y desafiante, Dios Padre está llamando a sus hijos y su Iglesia a una Nueva Evangelización. La llamada etapa histórica "post Cristiana", necesita una Nueva evangelización. La llamada etapa histórica "post Cristiana" necesita una nueva Luz, una nueva visión y una nueva Esperanza. Más aún el mundo actual necesita escuchar, como algo realmente nuevo, el Nuevo Mandamiento del Amor, la Buena Noticia de Paz y el Renacer en cada corazón. El mundo quiere ver conversiones auténticas, entregas integrales y compromisos duraderos. La realidad exige hombres y mujeres nuevos con corazones limpios, actitudes transformadas y vidas salvadas. Este mundo actual, tan vanidoso como orgulloso, es muy exigente en autenticidad sinceridad y creatividad. El testimonio de vidas cambiadas es más Poderoso que palabras vacías o ceremonias formalistas. En fin, este mundo quiere ver a Jesús presente en la Palabra penetrante, en la oración ungida y en la acción poderosa. Todos anhelan que los ciegos vean, los sordos escuchen, los paralíticos anden, y los muertos resuciten. Es el momento histórico de recuperar un Cristianismo de los mártires que conocen que la Sangre de los mártires es la semilla de la Fe. No necesitamos nuevas dogmas y doctrinas, sino la Persona de Jesús victorioso sobre el pecado, Satanás y la muerte en la Santa Cruz. No necesitamos más normas y reglas morales, sino los ideales del Sermón de la Montaña de Cristo, Rey, Profeta y Sacerdote. La misericordia eleva lo justo más allá que los juicios temerarios y el trabajo más arriba que el dinero. Felices son los limpios de corazón y constructores de la Paz, porque van a ver a Dios y gritar, Abbá Padre! Sobre todo que vendrá un día que los fieles van a gritar: "Jesús es el Señor. El, que murió en la Cruz, Resucitó y es el Rey de los reyes, presente en la historia humana para romper las cadenas y dar la libertad.”

 

HOME Indice Libro 2 Libro 3 Libro 4
Atras Libro 5 Cartas Libro 1 Adelante