Libro 5           77 - 80        Cada una de estas páginas contiene 4 cartas

En esta Página:

CARTA   78
CARTA   79  
CARTA   80  

 

*****        LA ASUNTA

"¡Qué bella eres, amada mía, qué bella eres!" Y el Cantar de los Cantares sigue: "Eres toda hermosura, amada mía, en ti no hay ningún defecto." Madre de Jesús y Sagrario del Espíritu, Hija predilecta del Padre y Madre de Dios, tus virtudes son numerosas y tus valores son incontables, Reina del Cielo y de la Tierra, tú eres Madre de la Esperanza. ¡Ven con nosotros a caminar, Santa María Ven!. Tú eres la Estrella de la Nueva Evangelización, Enséñanos a Evangelizar! Tú eres la Mujer vestida del Sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de 12 estrellas. (Ap12:1) Tu Amor es más fuerte que la muerte y victorioso sobre el pecado. Tú eres la Madre de la Iglesia y Madre de los renacidos en el Señor. Te veneramos como hijos engendrados, te imitamos como hermanos menores y te imploramos como amigos en el Espíritu del Amor. Escuchamos tu voz diciéndonos: "hagan todo lo que El dice", y todos van a participar en el banquete del amor con vino transformado en la Sangre del Señor.

Muchas mujeres han obrado maravillas, pero tú las superas a todas. Engañosa es la gracia, vana la hermosura, la mujer que tiene la sabiduría, esa será alabada. Todos van a gozar el fruto de su trabajo, y que por sus obras todos la celebran feliz. Bendita entre todas las mujeres, Oh! tú, la mas bella de la creación! Verdad que alegras el corazón. ¿Quién es esta que surge como la aurora, bella como la luna, brillante como el sol, temible como un ejército? Tú eres, María, la Madre de Dios. Te amamos con ternura, porque tú eres nuestra Madre, por ser la Madre de Jesús. Sí, Tú eres la Gloria de Jerusalén, el orgullo supremo de Israel, el honor mayor de nuestra raza. Bendito es el Fruto de tu vientre Jesús. Sí, María, ¿Qué distingue a tu amado de los otros? Qué el Unigénito del Padre y el Primogénito de los Resucitados?. Gobernará a su pueblo por siempre y Su Reino no terminará jamás.

Yo estaba a su lado, arquitecto de sus obras, y era yo, cada día su delicia, jugando en su presencia en todo tiempo. Yo me divertía recorriendo su creación. Mi deleite está con los hijos de los hombres. Virgen Morena de Guadalupe, el pueblo pobre, humilde de Su Hijo, está buscando caminos nuevos que realizan su liberación. Los "Anawim" de Dios Yavé son los mismos pobres de nuestro Padre que esperan un porvenir nuevo por su Santa Intercesión. Sí, María de los caminos, camina con nosotros hacia la patria celestial. Acompáñanos, Reina de la Paz y la justicia, enséñanos como es amar y orar. Tú eres la mujer luchadora y conquistadora del Génesis que pisa la cabeza de Satanás. Tú eres la mujer gloriosa reinando en la gloria del Apocalipsis con la luna bajo sus pies y vestida con el sol, con una corona de 12 estrellas. Por eso, la Iglesia implora, "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte”. Amén.

 

LA CIUDAD DE DIOS

Los amores construyeron dos ciudades. El amor hacia Dios, hasta negarse a sí mismo, construyó la ciudad de Dios. Pero el amor a sí mismo más que a Dios, hizo la ciudad terrenal. Así diariamente encontramos lo que parece una contradicción grande, negarse a sí mismo en Cristo es amarse en el Señor, y amarse en el a sí mismo sin Cristo es perderse en el egoísmo. Para mí, el morir es vivir, y vivir en Cristo: Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere se queda muy solo, pero al caer en la tierra y morir produce una cosecha maravillosa. Nadie puede salvarse a sí mismo. Todos necesitan un Salvador. El Salvador Verdadero es Jesús. Construir la patria de nuevo es morirse a sí mismo, para vivir para El. La Nueva Vida en el Señor hace todos los sacrificios agradables en el Reinado de Jesús. Cuando El está reinando más y más, las tinieblas se ponen diáfanas en la Luz, la muerte se vuelve gozosa en Su Vida, y el odio se transforma cariñoso en su Amor. Luz, Vida y el Amor brillan en la Fe se inspiran en la esperanza y se coronan en la Caridad. Fe sin esperanza es Luz sin Fuerza y Esperanza sin Amor, es Vida sin alegría y el Amor sin Cristo es leña sin fuego. La caridad de Dios nace en Fe, crece en Esperanza y se perfecciona en Caridad.

La puerta de la Ciudad de Dios es Jesús, y el alma de su Vida es el Espíritu Santo. La Caridad se acerca y toca la puerta, y la puerta se abre con esperanza de encontrar la Nueva Vida. Jesús es la Nueva Vida que da Salvación a aquellos que se unen con El, y circulan libremente en la Viña del Señor. El fruto es el pasto verde que engorda las ovejas. El Señor vino al mundo para dar Vida y Vida abundante a sus seguidores. Cuántas ovejas vienen enfermas, andan cojas y no encuentran el camino! Cuántos Cristianos ambulan en la oscuridad donde no hay Luz ni Vida ni el Amor! La Ciudad terrenal se mezcla con la Ciudad de Dios tentando a los seguidores a las vanidades de los deseos carnales y los amores amargos. La victoria que vence los regalos ficticios es nuestra Fe. La conversión de los hijos terrenales en seguidores de la Luz es por la puerta del Señor. Una vez dentro del rebaño, todos se regocijan con la libertad de los hijos de Dios. El Pastor verdadero da su Vida por sus ovejas que andan en la paz de El, buscando la Puerta de la Salvación. La Puerta se abre y las ovejas salen buscando al Evangelizador de la Paz.

La patria celebra en sus hijos las glorias de su bandera, pero también lamentan los pasos falsos en su historia. Todos los que viven y trabajan en Bolivia, tienen una sola finalidad: la felicidad en común. Cambiar los lamentos en bailes y victoria es la esperanza de los hijos de Dios. Cuando el rebaño entra en su descanso de dormir, los pastores buscan las ovejas descarriadas, abandonadas y que luchan por la vida. Hoy en día en tantos países, hay ovejas que luchan como terroristas y guerrilleros. Para ellos, los días parecen largos y las noches violentas. La esperanza de la Nueva Evangelización es tocar sus corazones endurecidos por las batallas brutales. Pero nunca es tarde, orar con penitencia para que el rebaño crezca en número. La transfiguración como Misterio de Fe está manifestando y comunicando esperanza a los jóvenes de hoy. Jesús permitió la Gloria de su Resurrección, brilló hasta la ropa para darles a todos nuevas esperanza de conquistar y construir una Paz Nueva, ¡La Paz Pascual! La Voz del Padre dice: El es mi Hijo muy querido. Escúchenlo.

 

LOS AMORES DE LA PRIMAVERA

El primer amor de la primavera es hacia "El que es", de parte del que no es; de parte de el que sabe que ser amado por "El que es", es la primavera de el que no es "Tarde te amé hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por afuera te buscaba; y deforme como era me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, más que yo contigo. Cada primavera la juventud quiere renovar la búsqueda al Amado que siempre está, pero siempre más amable. Cada primavera los jóvenes sienten de nuevo, "Yo soy para mi amado, para mi Dios, y El es para mí". Desde mi juventud la amé y la he buscado me he esforzado en desposarla y me enamoré de su belleza". La sabiduría de Dios es un reflejo de la Luz Eterna, un Espejo limpio de la actividad de Dios, una imagen de Su perfecta Bondad. Ella es la amada del Dueño del universo, la querida del Dador de la vida y la conocida de las almas santas a lo largo de los tiempos. Por eso, decidí hacer de Ella la compañera de mi vida sabiendo que sería mi consejera en los días felices, mi consuelo en mis preocupaciones y penas.

El segundo amor de la primavera, es hacia el enamorado de mi juventud, la alegría de mi corazón, la plenitud de mi vida, el Señor Jesús. Mi Amado empieza a hablar y me dice, "Levántate, compañera mía, hermosa mía, y ven por acá. Porque ya ha pasado el invierno, y las lluvias han cesado y se han ido. Han aparecido las flores en la tierra, ha llegado el tiempo de las canciones". Pero, canten jóvenes cánticos nuevos, cánticos de la primavera en tu alma, de la nueva vida en tu espíritu. Sí, canten jóvenes, cánticos de la Luz que disipe tinieblas, el gozo que vence la tristeza y el amor que quema lo pasado. "Joven, alégrate durante tu juventud y encuentra tu felicidad: sigue tus deseos y realiza tus ambiciones, pero no olvides que por todo esto Dios te juzgará. Pasa cada primavera, joven, con Jesús y hallarás la inmortalidad en la unión con El, en su amistad una alegría pura; en los trabajos hechos con sus manos, riquezas inagotables; en compartir tu amistad, la inteligencia; y la fama en conversar con El. El compañero fiel de tu juventud, es el Arrugo leal que da descanso a tu alma y paz a tu corazón. Con El viene todo lo demás, y sin El todo lo demás, es pura vanidad.

El tercer amor de la primavera, es una búsqueda hacia el enamorado de mi espíritu hasta encontrarlo entre una multitud de compañeros. Ya nace el amor de los amores, el amor pasional, el deseo de casarme con el novio de mi corazón. El amor es más fuerte que la muerte y más grande que, la tentación. Buscar es enamorar, y noviar es encontrar, pero casarse es unir con la unión ton intima que los dos se identifican como un solo ser, un solo amor y un solo existir. La primavera es el tiempo de sentir lo romántico en el canto de los pájaros, lo divino en los placeres castos de los casados. Pasajero es el amor entre los enamorados, sublime es el amor entre los novios, pero santo es el amor entre los unidos en matrimonio. La primavera renueva la creación y transforma los ideales, y cambia los sueños en realidad. La primavera es vida y el verano es calor, pero el otoño es cosecha y con llamas de esperanza y deseos de luchar. Conquistar el enamorado de la primavera es construir el hogar del verano. La felicidad familiar consiste en armonizar los cuatro rastros del amor: entre los esposos, padres con los hijos, hijos con los padres e hijos como hermanos del amor. Solo Dios hace a cada persona feliz y con Cristo en la familia un feliz hogar. Pero, cada Primavera es el tiempo de reconstruir nuestro amor.

 

EL ESPIRITU VIVIFICADOR

Ven, Espíritu Santo, Ven." Consolador óptimo y Santificador celeste. Sólo por tu presencia, disipas las tinieblas interiores y esclareces la oscuridad interior. Tú, luz divina, iluminas el Camino de la Verdad y descubres los senderos del Amor. Fuente de alegría y fuego de caridad, tu consuelo inspira a los peregrinos a ser generosos en su ardor. Simple en su naturaleza, diverso en su bondad está presente "todo El" en cada uno, sin dejar de estar "todo El" en todas partes. Tú eres el Alma de mí alma y El Vivificador de mi Vida. Contigo presente se hace rejuvenecer a la Iglesia, y renacer a toda la creación. Como el alma da vida al cuerpo humano, así tú infundes la Vida de Gracia en cada pecador. Principio de la Vida Nueva y Fuente de Agua Viva por tu presencia, cada Cristiano se llena con manantiales de tu Amor. Alma de la Iglesia universal, tu obra más grande es unir a los hermanos con el fuego de tu Amor. Don de los Dones, tú misma naturaleza es darse a sí Mismo a los amigos del Señor. El perdón de los pecados y reconciliación de los enemigos, es tu obra maravillosa en un mundo lleno de dolor.

"Les prometo un Nuevo Pentecostés", dice el Señor. Pero todos tienen que renacer por el Agua y el Espíritu, sino, no pueden ver el Reino de los cielos. El Poder de Pentecostés está presente como en principio, como un Viento recio que bajó del cielo. Cuando Cristo entró en el Cenáculo de la Cena, el comenzó a lavar los pies de Pedro y los discípulos. En terminar este gesto de humildad, el nos dijo, "también ustedes, lávense los pies los unos a los otros", como el gran signo de agachamos humildemente en todos los actos. No hay otra posibilidad de hacer todo nuevo, sino por el poder del Espíritu Santo. No hay necesidad más grande en la Iglesia actual que el derramar del Espíritu como en el primer Pentecostés. Cuando los apóstoles con María, sentían el Amor del Espíritu, en puro fuego, ellos comenzaron a alabar a Jesús, el Señor en pleno poder en el Don de Lenguas. El alboroto espiritual era tan poderoso, que algunos dijeron: "están borrachos".

"Yo quiero hacer todo nuevo!", dice el Señor. El Espíritu de Pentecostés es cien por ciento misionero. Su misión es evangelizar. La Iglesia que nació el día de Pentecostés es netamente misionera. Hoy en día, donde el Nuevo Pentecostés es fuerte, hay poder en la Nueva Evangelización. La Iglesia nace de nuevo en el Poder Misionero del Espíritu y quiere decirles a todos sus hijos, "Vayan al mundo, anuncien la Buena Nueva y denuncien las injusticias. Hagan discípulos a todos los Pueblos. Sean Mensajeros de la Verdad y Misioneros de la Vida. Comuniquen mi Paz a todas las razas y lenguas. Sean conquistadores de la Paz, conmigo en la Cruz, pero constructores de la Paz en Mi Resurrección. Pero, ¡cuidado!. El mundo hoy no quiere escuchar la verdad, como antes. Prepárense para morir como los mártires de los siglos. Recuerden, que no hay Amor más grande que dar su vida por sus amigos y los enemigos.

HOME Indice Libro 2 Libro 3 Libro 4
Atras Libro 5 Cartas Libro 1 Adelante