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CARTA 2
CARTA 3  
CARTA 4  

“EL  TERCER  DIA “

            “Al Tercer  día nos resucitará, y viviremos en su presencia”.  Así escribió Oseas siglos antes de la Resurrección de Jesucristo, el tercer día.   Nos toca pasar por muchas muertes espirituales y morales para llegar a nuestro tercer día definitivo.  Está designado a cada persona morirse una sola vez en cuerpo, y juicio particular sobre su vida.  Que agradable es compartir la alegría Cristiana con muchos hermanos que experimentan ahora mismo la vida sin muerte, la vida eterna.  La voz de Jesús en la santa Cruz diciendo, “Padre en tus manos encomiendo mi Espíritu”, es la fuente de esperanza para todos los Cristianos que reciben el “soplo” de la Vida por el Espíritu.  Es el mismo Espíritu ardiendo en nuestros corazones que Jesús sopló en la santa Cruz sobre todos nosotros.

             Cuántas personas todavía no sienten la felicidad más auténtica que hay en la tierra.  “Felices son aquellos que mueren en el Señor.  Descansan de sus tribulaciones y sus buenas obras le acompañarán!   Entrar en, y vivir el descanso espiritual , es el paso preliminar para recibir el consuelo del Consolador.   Sí, felices son aquellos que lloran, van a ser consolados.  Hace unos seis años, hemos visto un ejemplo  tan hermoso del Espíritu consolando a un joven de unos 14 años en la muerte sorprendente de su papá.  Llorando en la presencia del cuerpo recién muerto, el joven comenzó a decir, “Santo Espíritu Ven, ven, y dame tu consuelo”.  Mi papá era como mi protector y mi fortaleza.  Ven, ven, Espíritu Consolador!. Casi en seguida el joven comenzó a recuperar su paz y orar profundamente en una nueva lengua.  Toda la familia presente lo miró al joven con su cara radiante murmurando un lenguaje sin palabras, pero lleno de consuelo.   Mirando su cara, toda la familia presente, comenzó a dar gracias por un padre, por un esposo tan bueno en Cristo.  Hasta hoy día este  hombre tiene una profundidad en su oración que edifica toda la Iglesia.

             El deseo de Fe Viva en cada Cristiano quiere orar con el Salmista, “Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la Casa del señor por l0s días de mi vida y gozar de la dulzura del Señor.”   Muy profundo es concebir y dar a luz a los hijos.  Aún más hondo es el Misterio de Cristo en la Nueva Vida de Fe y Bautismo.  Pasar con Jesús por muchas muertes espirituales en la Cruz, es producir, como el grano de trigo que muere, una cosecha maravillosa.  Siempre la sangre de los mártires es la semilla de la Fe.  El martirio de las pequeñas cosas de      cada día es la mejor preparación para el día del gran encuentro  con el Señor de la Gloria.  verdad, en este mundo vemos el Rostro del Señor como en un espejo, pero en la Gloria Eterna, Cara a Cara.  Que misteriosa es la muerte en Cristo que da una nueva vida, la Vida en toda su plenitud.

SEAN    PLENAMENTE   FELICES

            Jesús dice que toda su Vida, toda su Luz, y todo su Amor tienen un solo fin, que todos participen en su alegría y sean plenamente felices.

Para muchas personas la vida diaria es un martirio, llena de frustraciones y fracasos.   Algunos hablan de la vida terrenal como un valle de lágrimas, un mar de gemidos, un océano de dolores.  “Felices son aquellos que mueren en el Señor, descansan de sus tribulaciones, y  sus buenas obras  les acompañarán”.  No hay duda  que la recompensa por los trabajos y sacrificios nunca está en este mundo.  más allá del sol hay un lugar, un bello hogar, más allá del sol.  Entrar en una visión de pura luz y no poseer a alguien que es pura vida, y experimentar el amor de una persona que es pura bondad --- eso es la Vida Eterna.   El ojo nunca ha visto, ni el oído ha escuchado, ni entró en la imaginación de una persona humana, las maravillas que Dios ha preparado para los que lo aman.  Es preciosamente eso que el Espíritu quiere revelar, la Vida misteriosa y maravillosa de Dios. 

            Es eso lo que la iglesia quiere comunicarles a todos lo fieles al decirles, que las almas de los fieles quienes han muerto en Cristo, descansan en paz.  Solo descansa mi alma en Dios.  Sólo El que es pura Vida puede darnos el descanso espiritual que es pura paz.  Hay que usar todas las criaturas materiales, amar a las personas humanas, pero descansar mi Espíritu solo en El, que es y no puede existir.  Cuando el pueblo preguntó a Moisés quién le mandó para librarles de Egipto, el contestó, “El que Es me mandó”.  Cada ser humano recibe el soplo de la vida en su cuerpo, pero en cualquier momento puede no existir.  Como Cristianos somos muy privilegiados  de nacer de nuevo, de ser hombres y mujeres nuevos.

El renacer por la gracia de Jesús es tan profundo que nos da un participar en la Vida de Dios Mismo, y no solamente un corazón nuevo y una mente transformada.   No hay que desanimarse en ver que la vida exterior se está destruyendo porque  la vida interior está renovándose.  “La prueba ligera y que pronto pasa nos prepara para la eternidad una riqueza de gloria tan grande que no se puede comparar”.  dice Pablo.

             Cuando alguien está luchando seriamente en el combate espiritual, entra en el corazón el gran deseo espiritual de no morir en cuerpo.  Lo que los fieles en Cristo quieren es revestirse de la nueva vida de gloria sin morir.  Que la vida en cuerpo humano sea absorbida por la vida Eterna de tal manera que alguien deje este mundo con sus penas y entre en plena gloria sin dejar el cuerpo que se corrompa.  La felicidad celestial no es simplemente el gozo del Señor en cuerpo que nunca termina.  No, más bien, es recibir la luz de gloria que beatifica el alma eternamente feliz con la felicidad de Dios.  Es, más bien, la eternidad y constantemente renueva las fuerzas vitales en todo mi ser.  En fin, el mismo Amor sigue en el cielo de gloria ardiendo más y más con una fuerza inextinguible e insaciable.  El Rostro  Divino  que ilumina los rostros  humanos en la tierra, brilla con un Ardor Eterno e infinito en las llamas del espíritu quien es el Amor de los amores y el Don de los Dones.  Sean plenamente felices como tu Padre Celestial es Feliz.

“ LA  FAMILIA   EN  PEDAZOS ”

Así se habla de la familia en Santa Cruz.  Muchas son las causas y el efecto es uno y único: Tragedia.  La familia es la célula de la sociedad y el núcleo de la Iglesia.  Si hay una desintegración familiar, la misma sociedad no tiene porvenir y tampoco la Iglesia tendría fuerza para salvar el pueblo en Cristo.  Es como escuchar a Jesús  decirnos a todos una de las admoniciones más fuertes en la Biblia, “No piensen  que vine a traer la paz a la tierra; no vine a traer la paz, sino la espada.  Vine a poner al hijo en contra de su padre; la hija en contra de su madre, y la nuera en contra de su suegra.  Cada cual encontrará enemigos  en su propia familia”.  Y la causa de tal tragedia  es profunda.  “no es digno de mí el que ama a su padre o a su madre  más que a mí.; no es digno de mí el que ama a su hijo o a su hija más que a mí”.  El amor falso  y falsificado es la causa de la tragedia familiar en Santa Cruz  Todos los desamores arruinan la vida matrimonial de los padres y producen la dispersión del afecto en los hijos.  Pero el remedio ya está entrando en muchos hogares y es disponible a todos:  Con Cristo en la familia un feliz hogar, un feliz hogar.  Sin Cristo en la familia no hay feliz hogar"

Hace muchos años, el papa Pablo VI, escribió una pequeña meditación sobre la Sagrada Familia de Nazaret, como modelo de un hogar muy feliz.  Es una sorpresa que el primer valor espiritual destacado por él para imitar es el silencio.  El mundo actual está lleno de ruidos, gritos, peleas y disgustos que todos vuelven a la casa tensos y nerviosos.  Cada uno espera llegar a su casa, como a un refugio de tranquilidad y comprensión.   Sin silencio no hay oración no meditación.  El silencio es el padre de los pensadores  y la madre de los pacificadores.  Sin silencio no hay tiempo para corregir los errores y perdonar a los pecadores.  La reflexión meditativa purifica la conciencia y suaviza  la corrección fraternal.  Cuántas veces todos están  hablando  y nadie está escuchando.  También los dolores y las heridas más fuertes en muchos hogares son los días y semanas enteras en un silencio falso.  Tan agradable es ver una persona tan libre y tan amplia  en la familia, que nadie tiene miedo de hablar con ella.  Pero igualmente agradable es tener un padre y una madre que inspira un respeto silencioso cuando está orando o hablando.

Para tener a Cristo en el centro de cada corazón, de cada matrimonio y de cada familia, hay que cultivar un rato largo de silencio familiar cada día.  Sí, con Cristo en la familia un feliz hogar, un feliz hogar.

El segundo valor espiritual destacado en la Sagrada Familia es la Vida familiar en común por el amor.  El silencio mismo es una bendición grande cuando está lleno de vida y no de amargura y soledades.  El silencio de un cementerio sin vida no hace la familia feliz.

Es la vida en toda su plenitud que constituye el hogar feliz.  El Buen Pastor vino para dar vida y vida abundante.  Se nota en seguida  al entrar en muchas casas el ambiente de confianza mutua entre padres e hijos con muchos respeto.  La Vida comunitaria del amor compartido en cada hogar es la fuente de alegría y bendición en el mundo de trabajo y de estudio.  Los cuatro rostros del amor en cada familia, viven o mueren por el Amor  de Cristo presente en cada corazón y compartido en la hermandad.  El amor conyugal entre  los esposos es fecundo y fiel cuando su fuente está abierta a los ríos de  agua viva.  El amor paternal y maternal produce nueva vida en los hijos diariamente cuando el que vive Resucitado está morando en todos.  El amor filial de los hijos a sus padres  vive una nueva vida, cuando el Espíritu  del Amor Eterno está llenado a todos con la Vida de El.  En fin el amor fraternal entre los hijos como hermanos, está lleno de vida cuando la disciplina de la Santa Cruz, está moderando a todos. 

Sí, con Cristo en la familia un feliz hogar, un feliz hogar.

            El último valor moral destacado por el  Papa en la Sagrada Familia, para imitar es el trabajo.   La Palabra de Jesús es un Evangelio de justicia con amor.  Pero la Vida de Jesús es un Evangelio de trabajo con alegría.  Cristo obrero es el modelo de todos en la familia, como obreros de la justicia.  Para Ben Sirac, el peor sufrir de una padre es tener hijos flojos e hijas descontroladas.  Muchas son las lágrimas de una madre, mirando  y adulando a sus hijos y no acostumbrándoles a trabajos disciplinadamente desde una edad muy tierna.   El trabajo de un San José obrero y de un Madre – Ama de Casa como María, formó  en el hijo – Jesús, un amor muy grande.

Felices son aquellos con hambre y sed de justicia, ellos van a hartos.  La obra de los justos es la paz y los trabajadores de la paz van a ser llamados Hijos de Dios en su Evangelio del trabajo.

Cuando el hogar está mirando a la Sagrada Familia para imitar, va a ser unido, bendecido y feliz.  Sí, con Cristo en la familia un feliz hogar!

“JESUS EN LA  NUEVA CULTURA “

            Hay una amenaza capaz de destruir todo el Cristianismo  en América Latina.  No es tanto la violencia de los falsos profetas como antes.  Tampoco es la multiplicidad de las sectas religiosas que crecen muy rápido en todo el continente de esperanza.  El peligro más grande es la invasión sutil  de una nueva cultura.   Cuando los conquistadores llegaron al “mundo nuevo” el 12 de Octubre de 1.492, ellos destruyeron muchos elementos en las culturas autóctonas para implantar la civilización occidental y sus culturas.   Pero lo grande era presentarles a los pueblos a Jesucristo y su evangelio.  La Buena Nueva es tan grande que el sufrir humano de los atropellos militares, los robos de los conquistadores y las dominaciones políticas son poca cosa.  Pero los sacrificios de los pueblos  indígenas fueron aún más fuertes en someterse a la religión de los Europeos y sus culturas.  Después de 500 años de resistencia de las etnias hay mucho interés  en su liberación.

Pero el peligro más grande en 1.998, es una conquista cultural sin resistencia.  La nueva cultura ya está en muchas partes de América Latina con el secularismo como su religión.  Por lo menos  el paganismo tiene sus dioses.  Lo malo está en los dioses falsos, el culto falso y la religión desviada.  El Dios de la nueva cultura está marginado de la vida como sin importancia.  El pecado grande es el “carácter  Babélico” del pueblo, el pecado de la torre de Babel era construir la ciudad  con el esfuerzo humano, pero sin Dios.  Si no hay Fe, desaparece también la esperanza de la vida eterna y el Nueva Mandamiento del Amor no vive.  La primera Evangelización hace 500 años era tan fuerte que todavía muchos elementos del Cristianismo viven en el pueblo, pero mezclado con toda clase de error.

Ahora el Papa Juan Pablo II está proclamando una Nueva Evangelización para toda América Latina.  La conversión de personas y culturas, con una transformación de sus valores, es urgente.   Los grandes valores espirituales ocupan el centro de la cultura particularmente en la relación con Dios en oración y celebración.  La fe y la Esperanza en Jesús y su Evangelio son lo más grande.  Vemos que las fuerzas humanas no pueden frenar la violencia de las guerras y la cultura de la muerte.  Solo un Dios Vivo puede establecer los valores morales rodeando la justicia en el centro de los valores humanos.

            La nueva Evangelización tiene que comenzar de nuevo por hacer el primer anuncio de Kerygma de tal manera que las multitudes sean tocadas, convertidas y salvadas. El derramar del Espíritu Santo como un nuevo Pentecostés es la fuente de toda evangelización auténtica.  Si el Espíritu es el agente principal de la proclamación de la “Buena Nueva” llena de esperanza no hay nada más urgente que un Nuevo Pentecostés.  Adviento es el tiempo para recuperar el Espíritu de una nueva conversión en la Navidad.  Ven! Ven! Señor y no tarde3s, Ven! Ven! tú eres nuestra esperanza.  Jesús es el centro de la nueva cultura, es una fortaleza pata los sufridos y una alegría  para los sufridos.  “Jesús quiere reinar en el centro de cada hermano, en el centro de cada familia y de cada comunidad.  Una nueva civilización del Amor es nada más que retórica si no hay un Nuevo Pentecostés.