Libro 7                 Cartas 61 al 64

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                            “QUE TODOS SEAN UNO”

          No hay duda, Jesús quiere que sus discípulos sean unidos  en la misma luz. En la misma vida, y en el mismo Amor. Como fuente, fuerza y fin de la triple unión, Pablo dice que hay una sola Fe, un solo Bautismo y un solo Señor. Es el mismo buen pastor, que es Cristo Luz, Cristo Vida y Cristo Amor. Aquellos que andan por caminos oscuros han visto una vida nueva y aquellos que  tiemblan del frío han sentido el calor de su Amor. Es la misma Luz que orienta la Búsqueda que vivifica la desesperanza y enciende el fuego del amor. El que ilumina la  mente desorientada es el mismo que engendra vida en el corazón apagado y comunica amor a los espíritus destrozados. Los mensajeros de la Palabra sean los misioneros de la Vida y los peregrinos del Amor sean los obreros de la justicia.

          La Luz de Jesús es maravillosa en manifestar manantiales de agua viva y comunicar agua fresca a los sedientos de una vida nueva. Es la luz de Jesús que llama a la conversión, que invita a la comunión y manda a la misión. El que dice: “Ven a mi cuando te sientas cansado y agobiado”, es el mismo que dice, “Aquellos que toman de esta bebida, jamás volverán a tener sed, porque el agua que yo le daré  se hará un manantial de agua que brotara para la vida eterna.” La luz que brilla en la oscuridad de la mente, engendra vida en el corazón y congrega a los hermanos en comunión. El que dice yo soy la Luz del Mundo, dice también Yo soy el pan vivo que bajó del cielo para dar vida al mundo. Aquellos que viven según la Luz de Fe van a andar por los caminos que dan vida y vida abundante. Como la Luz de Cristo libera de los errores humanos así, la vida de Jesús  evita los pasos equivocados . No hay una liberación Cristiana sin la Verdad de Jesús y no hay una alegría Cristiana sin la vida del Señor. Como la Luz eleva e inspira así. La vida santifica y renueva.

          Hay tres realidades muy grandes en el Cristianismo : Fe , Esperanza, y la Caridad, pero el más grande es el amor. La fe dirige hacia la puerta, pero la Esperanza la toca y el amor la abre a todos. Es verdad que Dios es pura luz y vida, pero es mucho más importante descubrir que Dios es puro amor. Es el Amor que hace al corazón decir : Yo no vivo, Cristo vive en mi. La comunión facilita la comunicación pero es el amor que realiza la identificación. Jesús anima a todos sus discípulos a negarse a si mismo, tomar su cruz y andar en pos de El.  Amarse a sí mismo en Cristo, es negarse a si mismo frente al Padre. Jesús exhorta a todos  “Cambien sus corazones y sus vidas. Porque el Reino de mi Padre ya está aquí. Si no quiere renacer por el agua y el Espíritu no puede entrar en el Reino  y el Reino no puede entrar en él. Pedro, Andrés, Santiago y Juan son invitados a ser pescadores de hombres, pero primero son peces convertidos. Pescar sin amar, es buscar sin encontrar. Si los pescadores no son seguidores de los bautizados no son convertidos.

          Cuando la vida comunitaria de Jesús es inmadura, los seguidores del Señor no pueden ser pescadores. Los recién nacidos necesitan leche y no carne, necesitan ser cosechadores antes de ser sembradores. Solo los fieles son discípulos cuando la disciplina de la Cruz hace a los hermanos humildes  seguidores del Señor. El espíritu de rivalidad y competencia tiene que morir para que la conversión produzca  la comunión y los hermanados sean los misioneros. Sean los constructores de un mundo nuevo por edificar la Iglesia de Cristo como la bandera del Amor.

 

                       JESUS  ES  EL  SEÑOR

                Para San Pablo , y   para la nueva evangelización, no hay nada más importante que decir con experiencia espiritual que “Jesús es el Señor”. De ninguna manera es despreciar la verdad que Jesús es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, es decir, Jesús es mi Salvador, es tu Salvador, es nuestro Salvador. El es el Siervo-Sufrido de Dios-Yavé, que seis siglos antes de Cristo escribió los cuatro cánticos hermosos de alguien que es una figura profética de Jesús en su pasión y muerte. Es como un Cordero por mansedumbre y amistad cariñosa hacia su pueblo. Es un escogido por Dios para sufrir hasta morir por los pecados de los otros. Es un hombre torturado y humillado para salvar a toda la humanidad, toda la Creación. Su vocación es redimir y rescatar lo perdido y abandonado de todas las razas y lenguas, pueblos y naciones. Inocente e Inmaculado sin manchas ni arrugas esta ofrecido a Dios como víctima por las culpas de todos. Juan Bautista dijo de El a sus discípulos: “El es el Cordero de Dios que quita el pecado del Mundo”. El es Jesús de Nazaret, nacido Rey de los Judíos, llamado Emmanuel por que El es Dios con nosotros. El tiene que crecer muy grande y sus seguidores a ser muy humildes. El es el profeta mas grande profetizando el gesto mas glorioso de toda la historia humana: su propia Resurrección el Tercer día.

          El es “El elegido de Dios”, dice Juan  Dios lo escogió entre todos los seres humanos para ser su Cristo. El es el Mesías” prometido. Lo Maravilloso en su Bautismo por Juan es que el Espíritu Santo descendió  como una paloma sobre la cabeza de El. Mas tarde El va a bautizar con el fuego del Espíritu para formar un Nuevo Pueblo de Dios. Todos los renacidos en Cristo tienen que ser sellados por el fuego del Espíritu. Como en el día de Pentecostés, ya no hay paloma y Cordero sino un viento recio con fuego. Ya no hay un Bautismo de penitencia como paso preliminar, sino el Bautismo de salvación en Jesús como paso de entrada a su Reinado. Hay que renacer por el Agua y el Espíritu para ver y entrar en el Reino y ser un misionero de la Nueva Vida en el resucitado Salvador en su Reino, los privilegiados  son los pecadores y los pobres, los enfermos y pequeños. Hay que servir y no ser servido porque para El,  el servir es Reinar con El. Los primeros van hacer los últimos, y los últimos los primeros, por que le gusta  ensalzar a los humildes y derrotar a los orgullosos. “El elegido de Dios” va a comunicar su Espíritu a los renacidos en el Señor para mandarlos como misioneros de una nueva vida y Peregrinos del Amor.

          El es “El Señor” por un hecho Poderoso manifestando su Gloria en la resurrección y comunicando su Espíritu a sus hermanos. Pablo ve su Señorío sobre toda la creación y sobre toda la nueva Humanidad. El es el Señor de ellos y de nosotros, de todo los que invocan el nombre de Él su Reinado es de una abundancia de comida y bebida, de bienes materiales, sino de gozo paz, y justicia en el Espíritu. La Victoria que vence este mundo es nuestra Fe en el Señor Resucitado. Ya nuestro Dios, y nuestro Señor, no es un Dios de los muertos sino de los Vivos, a aquellos que viven con El.

El es el Unigénito del Padre por toda la Eternidad; pero el primogénito entre muchos hermanos por su resurrección, gracias a Dios, El nuevo Pentecostés esta recuperando mucho del poder y la Gloria de El por el buen uso de los dones carismáticos. “Tengan Bendición y Paz de parte de Dios Padre y Cristo Jesús, el Señor.”

 

                               SOY  FELIZ

“Soy feliz, porque Cristo resucitó”. Es decir, la muerte en cuerpo para cada persona es el enemigo principal que hace la felicidad eterna imposible. Así piensan aquellos que no creen en el Señor. Así piensan aquellos que viven ricos y orgullosos y desprecian a la pobres y los humildes. Así viven aquellos que multiplican los placeres carnales y huyen al sufrir corporal. Así actúan aquellos que ambicionan el poder político y no conocen la seguridad de Fe y su confianza. Pero el huir del Dios – dinero no es abrirse al Dios-verdadero . Cuántos son los pobres en bienes materiales, que son también pobres en bienes espirituales. La miseria humana no produce la felicidad cristiana , como el poseer riquezas no garantiza el buen uso. La mansedumbre frena el enojo pero no frustra las ambiciones. El complot más secreto nace en corazones tranquilos que disimulan sus apetitos al poder. Aquellos que lloran por encontrar una vida de placeres, son los mismos que critican “el contento” en las diversiones sanas. El rechazo del dios-dinero no es el  abrazo al Dios-obrero. No es tanto el Dios que descansó de sus obras en el séptimo día que constituye el ideal de ser feliz. Mas bien es el descanso en su infinita Luz, Vida y Amor que realiza la gran necesidad de ser feliz. Los tres dioses falsos del mundo actual, son Dios-dinero, Dios-poder y Dios-placer. Solo el Dios de los pobres, de los mansos y de los fuertes puede hacer a cada persona feliz.

          Felices son los constructores de una nueva creación. Felices son los obreros de la justicia que destruyen los muros de separación y los niveles de desigualdad. Felices son aquellos que aman la justicia como peregrinos del amor. Felices son aquellos que se solidarizan con aquellos que sufren las injusticias y extienden la mano de hermandad a aquellos que buscan al Justo con hambre y sed. Pero mucho mas felices son aquellos que practican la misericordia. Dios bajó del cielo para salvar la creación por su amor. Pero su Amor encontró tanta injusticia que se cambió en misericordia. La misericordia es como una lluvia suave que baja del cielo humanizando la dureza de los corazones cerrados en el materialismo. Todas las obras de Dios comienzan y terminan en misericordia que bendice a los que dan y a los que reciben. Nadie puede construir el Reino de Cristo sin ser misericordioso como el que es uno con nosotros en todo, menos en la culpa del pecado. Es un consuelo a todos que el juicio de nuestras almas es en la misericordia de Dios y no en su justicia. “Si, Señor, ten piedad de mi, soy el pecador”.

          En fin Jesús, la gratitud eterna  hacia ti es el privilegio de vivir algo en la vida contemplativa diariamente con nuestro padre en ti. Si Espíritu del Amor y alma de la Iglesia, muéstranos el camino más alto y menos pedregoso en los pocos años que andamos peregrinos en la tierra.   Muéstranos cómo es descansar en Ti, admirar el rostro del Padre y morir en Jesús, el Señor. Abrir el libro de la Vida a todos y a cada uno y enséñanos como es amar leyendo y ser amado meditándolo. Abre los ojos espirituales y destapa los oídos refinados para disfrutar el espectáculo de los coros celestiales y escuchar las voces angelicales. Con corazones limpios y espíritu puros, queremos adorar y contar las maravillas del Señor. Un día quieres escuchar la vos de María, Reina de la Paz, saludando a nosotros como a su prima Isabel. Ven a Casa de mi Padre donde hay Amor, donde hay Amor!

                                         

                      “SEÑOR,  QUE  AMAS  LA VIDA”

           Así está orando el Sabio en el Libro de la Sabiduría: “Porque tú amas todo lo que existe y no aborreces nada, tu tienes lástima de todo, porque todas las cosas son tuyas, Señor, que amas la vida. Porque en todas las cosas está tu Espíritu inmortal”. El Evangelio nos presenta el hermoso encuentro entre Jesús y Saqueo. San Lucas nos enseña aquí, más de la misericordia y la mansedumbre de Jesús, que los otros evangelistas. A pesar de que Saqueo era muy rico el tiene hambre, porque era pequeño en estatura; de orgullo y muy grande  en deseos espirituales de “Ver” como era Jesús. Para ver a Jesús hay que correr adelante y subir el árbol de la Santa Cruz. El prometió atraer a todos a El, suspendido entre el cielo y la tierra en el “Árbol de la Vida”. Jesús llegó levantó sus ojos y le dijo: “Saqueo, baja pronto, porque hoy tengo que quedarme en tu casa.”                                              

          Cuántos jóvenes, profesionales hasta políticos, “cobradores de impuestos injustos”, por coimas sobornos, están llegando al encuentro misericordioso con Jesús. Saciados por la corrupción moral e indignados por el abandono espiritual, muchos quieren ver a Jesús. En la soledad interior y la hipocresía exterior, ellos sienten una necesidad de encontrar algo y alguien que hable del Espíritu inmortal, como Saqueo, ellos están subiendo muchos “Arboles de la Vida” para escuchar la voz del buen Pastor: "baja pronto, Joven Rico, porque hoy tengo que quedarme en tu corazón”. Como Saqueo, ellos bajan rápidamente y los reciben con alegría. Con eso comienzan las criticas y los comentarios. El cristianismo no es auténtico porque sus profetas deben saber que clase  de pecadores están recibiendo. Otros van a decir, “Así es la Iglesia, siempre al lado de los ricos-pecadores diciendo que, ellos también son Hijos de Abraham, Hijos de Fe”.

          La autenticidad de conversión no es tanto en largos rezos y múltiples visitas al templo. Más bien todos quieren escuchar y ver los Zaqueos modernos diciendo: “Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres y a  quien he exigido algo injustamente, le devolveré cuatro veces mas.” Jesús va a decir, “Hoy ha llegado la Salvación a esta casa. “Con nosotros está y no lo conocemos. Con nosotros está; su nombre es el Señor y pasa hambre y clama por la boca del hambriento. Y muchos que lo ven pasan de largo, acaso por llegar al templo. Su nombre es el Señor y sed soporta y está en quien de justicia va sediento. Y muchos que lo ven pasan de largo a veces ocupados en sus rezos”.

           El hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba  perdido. Jesús no vino para condenar el mundo del pecado sino para salvar  y perdonar. Todas las obras de Dios comienzan y terminan en la misericordia, la corona de la caridad. La compasión del Padre en Cristo, es como una lluvia dulce que baja del cielo regando los corazones áridos y secos con ríos de agua viva. “Señor que amas la vida, Tú llamas a todos los que pecan, de manera que descubran en que pecaron, para que se arrepientan de su maldad y crean, Señor en ti.”

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