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CARTA 2
CARTA 3  
CARTA 4  

UN  PUEBLO  LLAMADO TRINIDAD

             Pueblos  y naciones sus nombres históricos según el plan eterno están escrito en el “Libro de la Vida”.   Por sus bosques y sus ríos tumultuosos, por sus praderas interminables y sus estrellas incontables, hay un pueblo que merece el hombre de Trinidad.  Por su variedad infinita de animales y su selección de plantas, por la hermosura de sus aves y la travesura de sus senderos, los explotadores llamaron a este territorio – Trinidad.  Se llama Trinidad por los secretos escondidos en el corazón de sus hijos.  Se llama Trinidad por los misterios revelados en el Espíritu de sus fieles.  Sus tierras fértiles elevan el alma al creador que hizo todo de nada y quiere que sus criaturas sean admiradas más que nada.  El sol radiante y picante produce cansancio en los viajeros y fatiga en sus obreros.  Sus horizontes grandes e infinitos, llaman a sus habitantes a para y cantar las maravillas del Señor.  Como Santa Catalina escribió, “¡Oh abismo, Oh Trinidad eterna, Oh divinidad, Oh Mar profundo! Tú eres el fuego que arde constantemente sin consumirse;  Tú eres quién consumes con tu calor todo amor del alma a sí mismo.  Tú eres, además, el fuego que aleja toda frialdad, e ilumina las mentes con tu luz, esta luz que hay que ver para vivir la Verdad”.

            La fiesta de Fe en el Misterio de la Santísima Trinidad llena a los contemplativos con admiración y a los místicos con devoción.

Sólo los niños espirituales reciben luces e inspiraciones para alegrarse en al fuente de todo lo que brilla y en la fuerza de todo lo que conmueve.  Para los sabios y entendidos de este mundo, la Trinidad de Personas en un solo Dios, es completamente incompresible, totalmente inaccesible.   El Judío busca a un Dios todopoderoso, que habló con Moisés y a los profetas del Camino de la Salvación, pero nada de las tres personas distintas en un solo Dios.   Los Musulmanes creen en un solo Dios – Alá que es el creador del cielo y la tierra, pero nada de 3 personas.   Los Cristianos, en Cristo y por el, creen felizmente en un Dios Padre que quiere  dar a los Cristifideles una amistad bondadosa y una protección cuidadosa.  Cristo es el único Camino al Padre que revela los secretos eternamente escritos en su plan.  Este es el Remunerador de lo bueno y lo malo hecho en la tierra, animando a todos a encontrar la  paz de cada día en unión con el..  El Padre engendra a su Hijo que es Luz eterna e infinita y Sabiduría divina.  En El no hay oscuridad ni error, ignorancia ni pecado.  Es El, y solo el, que fue concebido por la Virgen María; como Nuestro Salvador y resucitó como Nuestro Señor.   Jesús con el Padre sopla el Espíritu  del Amor que es puro Don y caridad ardiendo más y más.  Es El que santifica a los renacidos, hijos del Padre y hermanos en Cristo.  ¡Oh divinidad eterna, Oh, eterna Trinidad, eres como un mar profundo, en el que cuanto más busco, más encuentro, y cuánto más encuentro más te busco.  Tú sacias el alma de una manera en cierto modo insaciable, ya que siempre queda con hambre y sed, deseando con avidez que “Tu Luz nos haga ver la Luz que eres tu mismo”. 

            Saludos a los hijos de un pueblo llamado – Trinidad.  Es un pueblo profundamente Católico en costumbres y tradición.  Unidos con ellos en el Señor queremos evangelizar nuevamente a todos los hijos adoptivos de un Padre Bondadoso, que promete dar su Espíritu Santo a todos aquellos que piden con confianza.  Que la celebración de la fiesta hoy día merezca el Espíritu Santo como un regalo, un don del Padre por los siglos del los siglos.  Amén. 

“Tú eres la vestidura que cubre mi desnudez, tú sacias nuestra hambre con tu dulzura, porque eres dulce sin mezcla de amargura, Oh, Trinidad eterna”.   Amén! , Amén!

“¡ MANHA,   MANHA!”

             Al ver el pan del cielo que cubrió el desierto en la madrugada como escarcha, los israelitas clamaron:  “¡Manhá!”  o sea:  Qué es esto?  Si hay una necesidad que el mundo actual necesita, es ver el pan del cielo sin entender, para gritar Manhá, Manhá, o sea, ¿Qué es esto?.  El sentido del “misterio”  es tan difícil de aceptar por  la disciplina de las ciencias exactas  descubrir lo nuevo en la realidad.  Si alguien no puede someter lo misterioso a las medidas científicas muchos van a decir que no existe, no es real.  Las realidades más grandes son espiriutales que escapan los límites de las ciencias.  Dios es Espíritu y los verdaderos adoradores tienen que adorarlo en  espíritu y en verdad.  Cuando cristo habló de Sí mismo, como el Pan vivo que bajó del cielo para salvar el mundo, los israelitas otra vez exclamaron, “Manhá, Manhá, o sea: ¿Qué es esto? ¿Cómo es posible que El insista que todos tengan que comer su cuerpo y beber su sangre.  Si no, no van a vivir de verdad?  Cómo es posible que El exija aceptar la Verdad:  El que come mi carne y bebe mi Sangre vive en Mí y Yo en El.  Y lo resucitaré en el último día.

            Seguramente muchos de los oyentes pensaban que Jesús hablaba de una presencia y un camino simbólico y no real.   Cuando Jesús insistió que el hablaba de un camino en los elementos por el poder del celebrante y no por la Fe del recipiente, muchos  de sus discípulos dieron un paso atrás y no  siguieron a Jesús más.   En vez de llamarles y asegurarles que El estaba hablando en forma literaria y figuras simbólicas.  Jesús miró a sus apóstoles y les preguntó: ¿Ustedes también quieren abandonarme?  Pedro contestó en el nombre de todos al decir:  ¿A quién iríamos?  Tú tienes Palabras de Vida Eterna.  Nosotros sabemos y creemos que tú eres el Santo de Dios.  Así la Iglesia de Jesucristo hoy día quiere creer en este gran Misterio de Fe, sin ver, sin entender y sin tocar.  Lo que vemos en la hostia son las apariencias y no la realidad profunda y muy misteriosa.  Nuestra Madre, la Santa Iglesia nos enseña que la presencia es sacramental y no física.  Jesús tenía una presencia física durante sus 33 años en la tierra.  Pero comenzando  con la Ultima Cena una realidad nueva comenzó  a existir:  la presencia bajo signos sagrados que manifiesta y comunica una realidad verdadera, El Cuerpo y la sangre del Señor.

            Una cosa que es muy importante explicar un poco, es quien puede consagrar pan y vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor.  La Iglesia insiste que solo los Presbíteros y Obispos como ministros ordenados, pueden consagrar.  Los diáconos, religiosos y laicos no pueden tampoco las mujeres santas, como la Madre Teresa de Calcuta.  El sacerdote que vive mal en pecados mortales, pero si es consciente, con intención de consagrar, el Pan y el Vino ya son  consagrados.   A pesar de que es gravemente ilícito, es completamente válido.

            Nadie con buena Fe puede exagerar la importancia de la Eucaristía en la vida espiritual de los participantes.   Como pan ordinario nutre y alimenta, alegra y fortalece el  espíritu humano.   Si alguien como el pan con sabor y cuidado, sus efectos son más grandes el cuerpo;  igual en comulgar con el Pan Sacramental bien  consagrado.  No hay  duda, el misterio Eucarístico es muy grande y sol los pequeñuelos saben apreciar la nueva realidad sacramentado.  La Fiesta de “Corpus Christi” quiere destacar la presencia de Jesús en nuestros tabernáculos e Iglesias, para recibir la adoración de los fieles y bendecir sus peticiones. 

“  AL  MIRAR   LOS   CIELOS”

             El Espíritu de la Ascensión del Señor Jesucristo está expresado con mucha sencillez y claridad en un antiguo himno que canta, “No, yo no dejo la tierra.  No, yo no olvido a los hombres.  Aquí, yo he dejado la guerra; arriba, están vuestros nombres”.   Hoy día los Cristianos son felices.   Ellos celebran la victoria de la vida sobre la muerte.  Sí, los hermanos en cristo se  regocijan en la gloria de su Héroe.  Sí, hoy en día, es la fiesta de la Ascensión que es le paso en cuerpo de la vida en  tierra  a la vida en cuerpo en el cielo.   Causa mucha alegría cuando un familiar alcanza un éxito  en la tierra.  Cuánto más gozo está en ver a Jesús coronado en gloria, sentado a la derecha  del Padre.  El es nuestro ideal.  El es nuestra esperanza.  El es nuestro Rey.  Su victoria promete la Corona de la Gloria a todos nosotros.   Su Reino es nuestra fuerza para vencer el antiguo enemigo y subir en Gloria con El.  En el Rey de los reyes vemos el Modelo y el Maestro  de la Santidad.  Todos regocijamos en el otro Paráclito quién  es consolador óptimo y defensor de los pobres.  El no viene si no es invitado.  El no entra si no es buscado.  El no abre la puerta, si nadie la toca.  El está intercediendo por nosotros.  El Señor  de los Señores es también el Buen Pastor.  Su redil en el Cielo está preparado para recibir su rebaño de la tierra.  El Niño de Belén está reinando como un humilde Rey, entrando en la Jerusalén Celestial victorioso en el Combate Espiritual.

            Al mirar los cielos recibimos el mapa terrenal que nos guía hacia la Patria Celestial.  Jesús resucitó de entre los muertos para dar vida Eterna a los huesos secos.  Los peregrinos del amor son los obreros de Justicia y todos son constructores del Reino  de Dios.

Muchos son llamados a compartir el Banquete del Amor y perdonar a los enemigos que caminan por el mismo sendero del Amor.  No temas de andar por los senderos del amor, porque el Amor vence el temor y la Esperanza reina sobre le pecado.  En el no hay oscuridad ni tinieblas, porque El es  pura Luz.  La mirada a los Cielos es la mejor preparación  para caminar, porque las estrellas brillan en las tinieblas de error y disipan las fuerzas de la noche.

Pentecostés comenzó con un viento recio de los cielos y bajó a la casa para arreglar el banquete del amor.  Las lágrimas y los lamentos son transformados en sonrisa de la alegría y gozo.

            Los misterios de Fe y los dones del Espíritu, facilitan el encuentro con los líderes de otros caminos.   Comenzamos con el fin – dialogo, terminamos con el principio silencio. antes de tomar la misión de Evangelizar a los pobres hay que compartir con el, el descanso en el Espíritu.  El descanso espiritual  está  en toda su plenitud para sanar a los derrotados por los valles amargos del terror.  Antes de escuchar el mandato misionero de ir al mundo hay que atacar la orden del Maestro de quedarse en Jerusalén.  En el “esperar”, el Padre prepara los nuevos corazones para que sean limpios y llenos de vida.  Muchos son los llamados “corazones de paz”,  pero pocos son los reconciliadores que unifican el rebaño disperso por las lomas.  El materialismo promete una abundancia de bienes materiales, pero no tiene las fuerzas espirituales para  realizarlos. Al contrario el Cristianismo lucha primero en el cielo para bajar a la tierra llena de bendiciones para sus seguidores.

 LA NUEVA EVANGELIZACION

             Durante los ocho días de una campaña de la Nueva Evangelización, las prédicas son decisivas en orientar un pueblo hacia una conversión de Fe.  ¿Fe en Jesucristo que nació en Belén, Salvador del universo entero? Sí,  pero no es lo principal.  ¿Fe en Jesucristo que murió en la santa Cruz, Rey de los Judíos?  Sí, pero tampoco es lo principal.  Fe en Jesucristo que Resucitó el tercer día, Rey del Universo? Sí, pero falta la conversión experimental para decir, Jesús es el Señor, es mi Señor, es nuestro Señor.  ¿Fe en el Señor que está dando la Nueva Vida a su Iglesia por el Espíritu Santo de Pentecostés? Sí, digo sí, si, si!  Nadie puede decir, “Jesús es el Señor”, con sinceridad,  sino  el Poder del Espíritu.  hay muchos muchísimos Cristianos que no experimentan a Jesús así.  Por eso decimos siempre en las campañas, que no hay  una nueva evangelización, sino  hay el derramar del Espíritu en la hermandad.  La conversión de fe en Jesús el Señor de una Nueva creación tiene que renacer así con su “alma”  ardiendo más y más en el Poder del Espíritu.

            Una de las tentaciones grandes en  cada campaña, es predicar demasiado temprano algo de la conversión moral.  Es fácil ver en los pueblos lejos hasta las fronteras como Yacuiba o Bermejo, los problemas morales de la borrachera, la prostitución, la droga, el contrabando, el sexo y toda clase de injusticia e inmoralidad.  Alguien puede fustigar una vida llena de vicios morales sin tocar el fondo, la falta  de una conversión radical de Fe en Jesús, el Señor.  Es fácil atacar muy fuerte los pecados que destruyen la familia como la infidelidad, el adulterio, los enojos, las peleas y los divorcios, sin tocar al fondo la conversión profunda de fe en Jesús como el centro del hogar por el poder del Espíritu Santo.  evangelizar de nuevo no es tanto quitar  los vicios morales, sino abrir los corazones a una “Vida Nueva” en Cristo Resucitado pro el Espíritu.  El Evangelio es realmente una buena nueva cuando los recién casados viven por experiencia compartida que Jesús está reinando hoy día en mi hogar.  El gozo, la paz y la justicia por el Amor en el Espíritu son evidencias de una nueva vida que agrada a todos.  Con eso es fácil hacer una conversión moral.

            Otra trampa que desvía a las prédicas del “primer anuncio” es insistir mucho en al conversión social, cuando la vasta mayoría n experimenta una auténtica conversión personal.  si no tenemos los corazones y mentes transformados por un renacer personal en el Señor, los sacramentos son ritos y no celebraciones, son cosas para recibir, pero no son acciones para hacer, y para muchos la Misa dominical es un deber para cumplir y no un privilegio para participar.  Alguien puede gritar muy fuerte contra la injusticia social y falta de solidaridad social, pero si los participantes no conocen le Reino de Cristo y su Justicia es muy difícil cambiar el compromiso social.  Los Cristianos necesitan mucha experiencia de los valores espirituales y morales al nivel de la familia y en el interior para sentir sus deberes sociales en Jesús, el Señor.  Es patente que la Fe Salvífica es el fundamento de la conversión moral y el compromiso social.  Para muchos Cristianos, el peso de la vida diaria es como una Cruz muy pesada sin mucho consuelo del Paráclito.  Alguien puede insistir mucho en  la opción preferencial pro los pobres y descuidar la conversión de Fe y su consuelo espiritual.  La vasta mayoría  no vive ninguna opción comunitaria o social, si no hay fuerza y sanamiento personal.  L Gracia de dios n destruye lo humano, sino mas bien lo eleva, lo perfecci9nna y lo sana.

            Si, Gracias Padre por el Nuevo Pentecostés en el Espíritu.  Después de 20 años de mucha experiencia  en predicar retiros y misiones viene una exigencia nueva:  Pide el Poder, en el Nombre Jesús, el Nuevo Pentecostés y El lo dará!  Ven Espíritu santo y haz todo nuevo.  virgen María, Madre de Esperanza, enseñamos a Evangelizar.