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Libro 6 51 - 55 Cada una de estas páginas contiene 5 cartas |
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51
VIVAN
UNIDOS "Qué
bueno y agradable cuando viven juntos los hermanos. Es como perfume
derramado en la cabeza, que corre hasta la barba, que baja por la barba
de Aarón, hasta el cuello de su túnica". Una de las características
del mundo actual es la división, la tensión y discordia. Como algunos
dicen, el mundo en pedazos. Pero uno de los deseos más grandes de la
juventud actuales la comunión, vivir en comunidad. Los primeros
cristianos vivían tan unidos que la Biblia dice, "tenían un solo
corazón y una sola alma". Cuando la iglesia de Cristo está tan
firme en la Fe, nace el amor en común, nace la hermandad, nace el
Pueblo de Dios. Cuando los creyentes son fieles y los discípulos son
hermanos, el mundo se convence de que el Resucitado vive en sus
reuniones. Ahora todos pueden cantar, "Has cambiado mi lamento en
baile, Señor, desataste mi silicio". Tertuliano
dice en África del Siglo II, los paganos miraron a los Cristianos y decían:
"Mira cómo ellos se aman los unos a los otros; mira cómo ellos
viven en el mundo, pero no son del mundo; mira cómo ellos comparten la
misma mesa, pero no se mezclan con los comilones". Para
participar en la hermandad con pleno vigor, todos tienen que decir, ¡Abba
Padre!. ¿Qué quiere decir Abba Padre? Dios es Amor y su amores siempre
fecundo y fiel. Su amor hace en Cristo una maravilla que todos somos
hijos adoptivos del mismo Padre ¡Todos somos hermanos! Somos Iglesia.
La amistad bajando del cielo es un regalo divino puesto en carne humana,
es Jesucristo que resucita entre nosotros, formando un Pueblo nuevo.
Ahora todos quieren cantar: "Has cambiado mi lamento, Señor, me ceñiste
con alegría" La
prueba grande de la autenticidad del amor comunitario en Cristo es el
compartir los bienes materiales. Como Cristo dijo al joven rico,
"Si tú quieres ser perfecto, anda a vender todo lo que posees y dáselo
a los pobres. Así tendrás una riqueza en el cielo, y luego vuelves y
me sigues". Uno de los escándalos más grandes en toda América
latina, es que los ricos son cada vez más y más ricos, y menos y menos
numerosos, y los pobres son más y más pobres, y más y más numerosos.
El compartir con el otro según sus necesidades y el exigir de él según
sus posibilidades es posible cuando el espíritu Santo infunde su amor
según las esperanzas de cada uno. La caridad de Cristo nos urge dice
Pablo para que no vivamos para nosotros mismos, sino para nuestros
hermanos en el Señor. Con esta fuerza podemos cantar, "por lo
tanto a ti cantaré y no estaré callado. Señor, Dios mío, yo te
alabaré para siempre". El
Buen Pastor promete darles a sus ovejas una nueva vida, una vida
abundante. Las ovejas van a entrar y salir del corral libremente. Además
ellas van a encontrar pasto verde que nutre sus corazones con ríos de
agua viva. Todo el tiempo de la Resurrección está experimentado en la
Iglesia para celebrar a Cristo - Vida, presente entre los hermanos.
""Me has dado a conocer caminos de vida, me llenaré de gozo
con tu presencia", dice el Salmista. Cuantos Cristianos andan en
este mundo medio muertos por las tristezas y los fracasos en la vida,
como los dos discípulos que caminaban a Emaus: Jesús ya resucitado se
acercó a ellos preguntándoles, "¿Qué es lo que van conversando
juntos por el camino?" Ellos se detuvieron con la cara triste .
Muchos van a contestar como ellos, que hemos puesto tanta confianza en
Cristo, pensando que El iba a liberarnos de nuestros problemas y
tristezas sin cambiar nuestra vidas. San Juan dice, que todo lo escrito
en la Biblia sobre Jesús tiene un solo fin, "que crean que Jesús
es el Cristo, El Hijo de Dios, y por esta Fe tengan la vida que solo El
puede dar". ¿Y
qué es la "super" vida que sólo El puede dar, sino la Vida
de su Resurrección?. Es la "super" vida de amistad amorosa
con el Espíritu del Amor. Una Señora nos dijo el otro día, que hace
14 años dejó la práctica de la Fe, por la muerte de su madre con cáncer.
Ella era la única de 15 años, oró mucho y confió en que Cristo sanaría
a su Madre. Entonces cuando murió su mamá, entró una rebeldía contra
Dios en su corazón. Durante 14 años anduvo por caminos muy oscuros,.
Se juntó con un hombre borracho, drogadicto y ateo. Concibió y dio a
luz tres hijos, todos enfermos, con los riñones bloqueados. Cuando el
mayor de sus hijos murió con sólo 12 años, ella en su desesperanza
casi se quitó la vida. El esposo ya encarcelado por la droga y ella sin
trabajo, con dos niños enfermos, recibió la gracia de la
"super" vida en su corazón. Hizo una reconciliación profunda
con Jesús y la Gracia de Dios llenó su alma. Cuando ella participó de
la celebración de la Vigilia Pascual, el Gozo crecía tan grande como
un río inundando su Espíritu. Sintió nuevas fuerzas para trabajar,
para ayudar a su esposo a cambiar su vida, y para sanar a sus hijos.
Como Juan dice, la victoria que vence este mundo es nuestra Fe, pero Fe
firme en el Señor Resucitado. Cuántos
seres humanos, cuántos Cristianos pasan largos años caminando por
caminos muy oscuros, como ella. Creen, y casi no creen, esperan y
desesperan por la vida apagada. Pero un día dicen al Señor Resucitado
como los dos discípulos, "Quédate con nosotros, porque cae la
tarde y se termina el día. Entró entonces para quedarse con ellos. Una
vez que estuvo a la mesa con ellos, tomó el pan lo partió y se los
dio. En este momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron".
Hay muchos Cristianos demasiados contentos con el Niño Cariñoso de Belén
y con el Joven simpático de Nazareth. Hay aún más, que viven
entristecidos en la sombra de la cruz, sepultados en sus dolores,
mirando este mundo como un Valle de Lágrimas. Pero hoy en día hay una
multitud que Resucita victoriosamente con El. Ellos conocen la
"supe" vida y aman al "Superstar". Ellos aceptan
diariamente la bella invitación, "sí alguno escucha mi voz y abre
la puerta, entraré en su casa, cenaré con él y él conmigo. Al
vencedor le daré de comer del árbol de la Vida, que está en el paraíso
de Dios - la "super" Vida. El
otro día una jovencita nos preguntó con mucha sinceridad. ¿Por qué
hay tanta miseria, tanto sufrir en nuestro pueblo? ¿Por qué hay tanta
desigualdad, en nuestras familias, en nuestros barrios? Donde yo vivo,
casi vivimos y morimos como animales, y a nuestro lado la mayoría de
los jóvenes tienen todo: ropa fina, dinero para sus fiestas y gustos, y
pasan por los mejores colegios donde todo era muy caro. Parece que hay
dos Dioses, uno para los ricos otro para los pobres ". La única
respuesta es clavar los ojos en Jesucristo, hermana, y seguir preguntándose,
¿Por qué nació pobre en un establo rodeado con los animales y no en
un palacio con Herodes o César a su lado? ¿Por qué ha muerto
humillado y burlado en una Cruz como el peor criminal en vez de recibir
las alabanzas y riquezas del mundo entero? Pablo dice, "Bien
conocen la generosidad de Cristo Jesús, nuestro Señor. Por ustedes se
hizo pobre, siendo rico, para hacerlos ricos con su pobreza". En su
resurrección toda lengua va a clamar que Cristo Jesús es el Señor.
Todos van a decir, "Abran las puertas, Abran las puertas al
Redentor!" El es la puerta para entrar en una nueva vida que va a
darle libertad de circulación con protección y pasto rico. Para pasar
por esta puerta de la libertad hay que cantar y vivir. "Hay que
morir para vivir, para mí el vivir es Cristo. No vivo yo, más Cristo
vive en mí". El que tiene manos limpias, corazón puro que no es
vanidoso y que sabe amar, va entrar gratuitamente y disfrutará de una
hermandad auténtica en la tierra. Las ovejas en este rebaño se amarán
las unas a las otras, "de tal manera que entre ellos nadie
consideraba como suyo lo que poseía, sino que todo lo tenían en común.
No había entre ellos ningún necesitado, porque repartían a cada uno
según sus necesidades". "Oh, puertas, levanten sus dinteles,
que se agranden las puertas eternas para que pase el Rey de la
gloria".
Así toda América Latina espera a los Hijos de la Resurrección
con el Evangelio en el corazón, con la Palabra en la boca y con la
Misericordia en la mano. Los nuevos evangelizadores tienen que ser
instrumentos de paz, constructores de libertad y obreros de la justicia.
Los muros de las desigualdades injustas no van a caer por las
armas de la violencia, sino por las alabanzas del Poder del Espíritu.
Las opresiones y las dominaciones no van a ceder por la lucha de clases,
sino por las fuerzas liberadoras del amor. Todo el que trate de entrar
en el coral de las ovejas sin pasar por la Puerta, que es Cristo, es un
ladrón y un salteador. El, que es el Pastor auténtico entra y llama a
las ovejas por sus nombres. Las ovejas escuchan su voz y los siguen,
porque conocen su voz y El camina al frente de ellas. Todos van
cantando, "Abran las puertas, Abran las puertas al Redentor Ohl
Puertas, levanten sus dinteles, que se eleven las puertas eternas para
pase el Rey de la Gloria". Muchos
se preguntan hoy en día, "¿Por qué la Iglesia Católica no
ordena a mujeres sacerdotes?" ¿Acaso no es un ejemplo de negar los
derechos en Cristo a ellas, como personas bautizadas iguales a los
hombres?" ¿Acaso no es herencia cultural tratar a las mujeres como
inferior y poco menos capaz que el hombre? En fin, ¿no es nada más que
un prejuicio religioso, una discriminación cultural o una regresión
social? El Papa Juan Pablo II ha tratado el tema muchas veces en los 10
años de su pontificado. Su respuesta es siempre igual, "no puede
actuar contra una tradición de toda la historia de la Iglesia. Además
durante casi 2.000 años del Cristianismo no hay un solo ejemplo de
ordenar a una mujer obispo o sacerdote en la Iglesia Católica. Los
siete diáconos nombrados en la Iglesia primitiva de Jerusalén eran
hombres y todos lo colaboradores de San Pablo como sucesor de los apóstoles
son hombres.
Pero un paso muy grande en el Concilio Vaticano II, fue reconocer
el sacerdocio común de todos los fieles bautizados en el Señor. Como
Pedro dice, "Ustedes son una raza elegida, un reino de sacerdotes,
una nación consagrada, un pueblo que Dios eligió para que fuera suyo y
proclamara sus maravillas". Hombres y mujeres, niños y jóvenes,
una vez renacidos por el Bautismo y la Fe participan en el ministerio
Sacerdotal de Cristo. Para ser su representante ante Dios. Ninguno se
apropia esta dignidad, sino que debe ser llamado por Dios, tal como lo
fue Aarón. Toda la Iglesia, como pueblo de Dios, es escogida como
representante de la humanidad para ofrecer ofrendas y oraciones a Dios,
es la comunidad cristiana que celebra la Eucaristía con el Sacerdote
ministerial como celebrante principal. No es una cuestión de derechos y
deberes bautismales, sino de dones y ministerios, de carismas y poderes.
Hace algunos años, Paulovich en su comentario de buen humor,
contestó así: ¿Acaso una mujer puede ser un Padre o un Hombre puede
ser una Madre?" ¿Acaso una mujer puede ser cabeza de familia o un
hombre un corazón de hogar? No es una negación de santidad y
privilegio de salvación. La santísima Virgen María es sin duda la número
uno en la Gracia Divina en Cristo, pero ella nunca fue escogida
sacerdote como los apóstoles ni cabeza de la Sagrada Familia, como San
José. Como Jesús dice en el Evangelio hoy día, "No se turben.
Ustedes confían en Dios: confíen también en mí. En la casa de mi
Padre hay muchas mansiones". Las
mansiones eternas y los ministerios sacerdotales son distribuidos según
la voluntad del Padre y la libre cooperación de cada uno dentro de la
Iglesia de Cristo. Cada cristiano encontrará su felicidad temporal y su
Mansión eterna en cumplir la voluntad del Padre. 55
A
LA BATALLA JESÚS NOS LLAMA Otra
vez la Iglesia está afirmando una realidad triste y peligrosa:
"Satanás existe", hay espíritus malos. Es necesario romper
las cadenas que esclavizan a personas y lugares al reino de las
tinieblas, de la muerte, de las opresiones y obsesiones. Pocas personas
son poseídas, pero muchas viven medio muertas, aterrorizadas y
totalmente dominadas. Hay centros y cultos a Satanás, que crecen muy rápidamente
en todo el mundo, particularmente en los países más materializados por
el dinero y por el poder como los Estados Unidos, Inglaterra y Alemania.
Veamos en los Hechos de los Apóstoles, cuando Felipe se fue a Samaria
para anunciar a Jesucristo; como Dios, confirmó su Palabra con signos.
"Toda la gente se interesó por la predicación de Felipe. Iban a oírlo
y a ver los prodigios que realizaba; pues de muchos endemoniados salían
los espíritus malos dando gritos, y numerosos paralíticos y cojos
quedaron sanos, de tal modo que hubo una gran alegría en aquella
ciudad. "Como Felipe, nosotros los creyentes en Jesús, cantamos
las mismas victorias", "A la batalla Jesús nos llama, va con
nosotros el capitán. Marchemos pues a combatir a los ejércitos de
Satanás." No
es tan fácil reconocerla influencia diabólica en personas, lugares y
centros. Como Pablo dice, "Y esto no es maravilla, pues el mismo
Satanás se disfraza de ángel de luz. No es mucho, pero existe grandes
centros de espiritismo criollo y espiritismo brasileño en Santa Cruz,
los medios en trance hablan en otros idiomas, aparentemente dan mensajes
elevados como profecías, y practican operaciones
"espirituales" para sanar a los enfermos. Como el mago Simón
en el ministerio de Felipe, practicaba la magia ganando muchos
seguidores diciendo: "Este es al que llaman Gran Poder de
Dios". Pero después de escuchar a Felipe y de mirar las maravillas
del Señor, fue bautizado aunque muy poco convertido. La única manera
de descubrir la presencia del maligno en centros y cultos, es por el Don
del Espíritu del discernimiento con mucha oración y fe. Una vez
convencido de manifestaciones diabólicas hay que echarles afuera con el
Poder del señor. Como Pedro y Santiago dicen "resistidle firmes en
la fe y el va a huir. Nada de fuerzas y gritos humanos es eficaz, nada
de técnicas y prácticas psicológicas y parasicológicas es eficaz,
pero como el canto dice, "Con Jesús yo iré, pelearé la batalla.
Si Jesús al frente va, ganaré la batalla". |
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