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CARTA 2
CARTA 3  
CARTA 4  

“ LOS  TRES  DESEOS ”

            El “secreto de la Vida” es encontrar una Luz que nunca se apaga, una Vida que nunca termina y un amor que sigue ardiendo más y más.  El deseo espiritual de bañar la mente en una Luz que brilla en las tinieblas, está presente en cada persona desde su nacimiento. La curiosidad de los niños, quienes preguntan a sus papás de todo, es una pequeña expresión de esta “sed insaciable” de conocer más y más.  Cristo les dijo a Martha, que una sola cosa era necesaria:  Sentarse en los pies del  Señor y escuchar su Palabra.  El es la Palabra, La Luz y la Verdad en tosa su plenitud.  El no es tanto una palabra escrita, sino una Luz que brilla.  Tampoco  avanzamos  en la Verdad  más grande por mucho estudio, sino por mucha Fe. Orar mejor no es por mucho pensamiento profundo, sino por un mirar sencillo.  Los “ojos espirituales  de Fe”, son abiertos a los Misterios de Salvación y cerrados a los discursos de instrucción.  Las enseñanzas científicas no abren  los tesoros divinos.  La mejor oración exige más presencia Personal y menos palabra verbal.  La mejor comunicación con Dios es con pocas ideas, pero con mucha Luz.  Esta Luz de Jesús nunca se apaga, porque crece en intensidad por el  Espíritu y no por la concentración humana.  “¡Qué grande, qué grande, mi ser en tu Ser”.

             El segundo deseo insaciable en la tierra es encontrar una vida que nunca termina.  La búsqueda a una nueva vida es por los deseos espirituales y las esperanzas Cristianas.  La Esperanza de todas las esperanzas es Jesucristo, nuestra Esperanza.  La Luz que siempre brilla, abre el camino a los deseos espirituales a encontrar una vida tan abundante que perdura por toda la eternidad.  Las promesas del Señor en las ocho Bienaventuranzas,  despiertan una gran esperanza de poseer la vida en toda su plenitud.  Lo misterioso en el crecimiento espiritual es el morir para vivir.  Y cuando este morir es más y más  grande.  Un  día podremos decir con Pablo. “Yo no vivo. Cristo vive en mí”.  Yo en El y El  en mí y El en el otro, y el otro en El, nosotros en El y El en nosotros – la Vida compartida por el amor  fraternal en El.  Cuando pensamos en la Nueva Vida que brota del Señor hay  que invocar el Espíritu Santo que vivifica la Iglesia de Jesús.  Si Cristo es la Cabeza de la Iglesia, el Espíritu  Santo es el alma, el Vivificador.  Los deseos espirituales más llenos de vida y esperanza vienen directamente de El.  “Quiero vivir para Ti. Quiero en tu Espíritu andar.  ¡Qué grande, qué grande! Mi ser en tu Ser”. 

            Pero el deseo más agradable es encontrar un Amor que sigue ardiendo más y más.  La Luz entra por un “Ver”, la Vida crece por un “querer” y el amor arde por un “unir”.  Pero este unir con lo material, es usar, el unir con las personas es amar y el unir con Dios es descansar.

El descanso espiritual llena la mente con la Luz, sacia los deseos con la vida e inunda el corazón con el Amor. Hay un solo Amor que es total y da todo, y consiste en unirse  con El.  Cuando la Unión con el Padre crece más y más íntima, quita todos los temores serviles en cada corazón.  A pesar de que la unión es muy intensa, no produce una fusión  en el ser.  Cuando el Amor está  ardiendo más y más, el efecto es transparente, pero no absorbente.  El Amado está presente en el Amante y el conocido mora en el Conocedor.  La Gloria del Cielo cambia el “Creer” en un “Ver”, el “Esperar” en un “Poseer”, pero el Unir sigue ardiendo más y más por toda la eternidad.  “Dile a tu pueblo, Señor, que  hay  un Poder en Su Ser.  Ese Poder es Su Amor, es Tu Palabra, es tu querer.  “¡Qué grande, qué grande!  Mi ser en Tu ser! 

“ JESUCRISTO,  AYER ,  HOY    Y   SIEMPRE”

             ¿Qué dice el Mundo de Mí?.  preguntó Jesús a sus discípulos.  La respuesta es interesante porque cada persona y cada generación  tiene que contestar de nuevo la pregunta de toda la historia. ¡Quién es Jesucristo? Algunos van a decir como los contemporáneos del Señor:  Tú eres Elías o Jeremías o Juan Bautista que ha vuelto, por lo menos tu eres uno de los grandes profetas.  Es la verdad, Jesús es el Profeta más grande de toda la historia.  El profetizó su propia pasión y muerte en la Cruz,  y Resucitaré el tercer día”.  Sin duda la Resurrección es el misterio más grande del Cristianismo.  Más grande que  Viernes Santo.  Más grande que la Navidad.  El es el mismo Jesucristo  de ayer. Este “Ayer” es tan antiguo que abraza la misma eternidad.  Sin principio y sin fin.  Jesús es el Señor de toda la historia humana y el Dueño de todo  más allá por lo divino en El.   Por todo lo humano Jesús entró en la historia  del universo por la Virgen María.  Como Jesús dice: “Me formastes un cuerpo.  Mira, aquí vengo.  Cumpliré, oh Dios, tu voluntad.  Padre, en tus manos yo encomiendo mi espíritu”.  Inclinó su cabeza y gritó: “Consumatun est”. Murió.  Pero el tercer día Resucitó y es el Mismo Jesucristo, Ayer, Hoy y por toda la eternidad. 

            El Cristo del futuro es el Mismo Jesús de Ayer.  El  vive, El vive, Vive, Jesús el Señor.  Toda la humanidad de Jesús  está unida con toda la divinidad de El como “Fin” de la historia de la Salvación.  El actual de El, ya está y todavía más allá.  La Esperanza de los seres humanos, Jesús en gloria, está  arrastrando  la historia más allá.  Siempre el futuro que viene está presente en el “escalón” ganado. En su Resurrección.  Jesús es el Señor del universo.   En el futuro, el es la esperanza de cada momento en el universo y la fortaleza de los Mártires.  En cada Eucaristía El sigue dando su Vida Nueva, la Vida Eterna a todos.   Por su Encarnación, Jesús es el centro de la historia medida, tantos años antes de Cristo, y tantos años después.   Pero por su Resurrección, El es “Alfa” y “Omega”, principio y fin.  El futuro es lo que da sentido a lo presente en abrir nuevas posibilidades al universo entero.  El es “El Mismo Jesucristo, Ayer, Hoy y Siempre”.           

            Jesús del “Hoy” es El Tesoro de nuestra Fe en la Patria Celestial.  El eterno, “Hoy”, es el constante presente,, sin más, reorganización de nuestra vida.  El “Hoy de Jesús” es el privilegio de los Hijos desde toda la eternidad y en cada presente.  Cuando el Papa escogió el lema para la reunión del Celan en el l992, él estaba pensando en la nueva evangelización para toda América Latina.  No es una reevangelización, sino una nueva proclamación de la Palabra que nos salva.  El Hijo Eterno del Padre engendrado en la eternidad “ahora” se hizo carne por la Virgen. Es El que es Nuestro Amigo y fiel compañero.  Es el que está preparando el mensaje de la Nueva Evangelización.  Pero cada evangelizador tiene que someterse de nuevo a su Luz, a su Vida y a su Amor.  Ven, Señor Jesús.  Ven A mí Señor! Ven a mi encuentro y da sentido a mi vivir. Mi alma muere si tú no estás.  “El es El mismo Jesucristo, Ayer, Hoy y Siempre”

“ ALGO   ESTA   SUCEDIENDO   EN  EL   PUEBLO  DEL  SEÑOR”

            No hay duda que Carlos Anaconda y su campaña ha causado mucho interés en toda Santa Cruz.  No es tanto sus celebraciones con unas 3.000 personas cada noche por más de un mes.  Tampoco es lo más importante los testimonios de sanamientos milagrosos, liberaciones espantosas y predicaciones fogosas por radio y televisión.  Lo principal frente a Jesucristo y su Iglesia en su Santa Cruz, es la autenticidad de la Palabra, la sinceridad de las conversiones y el Poder en las celebraciones.  Cuando el pone sus manos sobre las personas y estas caen al suelo en un descanso: ¿qué es eso? ¿Acaso algún tipo de hipnotismo  o dominación psicológica por fuerzas parapsicológícas?  ¿O, es un signo de Poder del Espíritu que produce  una unción que sana profundamente las heridas interiores? ¿O una mezcla de todo? Algo semejante está pasando en toda América Latina – la invasión  de las sectas, Cristianas y orientales, Evangélicos o Pentecostales.  La Iglesia Católica está muy preocupada porque hasta ahora la Nueva Evangelización Católica es débil e incapaz de frenar el crecimiento de las “sectas”.

            Lo que es seguro, “el Catolicismo Popular”, no puede combatir a los Evangélicos con la Biblia en la mano, o a los Pentecostales con el fuego del Espíritu en el corazón.  El despertar de Fe en la Iglesia Católica después del Concilio Vaticano II y Medellín es muy grande, pero todavía no hay tantas conversiones personales y comunitarias  a un Cristo que vive en los corazones por experiencia.  Sólo en el poder del Espíritu derramado como en un nuevo Pentecostés, los Católicos convertidos van a gritar con gozo; “Jesús es el Señor” y “Abba Padre!”  El pueblo pobre y humilde tiene hambre y sed por el pan corporal, pero cuánto más por el pan “espiritual”.  El pueblo busca experiencias espirituales y morales de un Dios que vive hoy día, y no de un Dios de los muertos.  El pueblo, humanamente triste y amargado, quiere celebrar los Misterios de Salvación como Fiestas de Fe y Amor.  Los bautizados y convertidos a Cristo – Resucitado quieren sentir su Amor y su Esperanza en su vida familiar y del trabajo.

            Como algunos dicen, “La Iglesia Católica de Medellín hizo una opción preferencial por los pobres, pero los pobres hicieron una opción preferencial por los Evangélicos”. ¡Por qué?  Una razón  es que muchos sacerdotes y religiosos durante los últimos 25 años abandonaron sus vidas espirituales de orar y meditar como fuente de vida y acción.  Muchas veces la ideología Marxista parecía más importante que el Evangelio de Jesucristo y, el compromiso político más grande que la conversión de Fe.  Tantas veces la Misa y los Sacramentos son ritos y ceremonias cumplidos, pero poco celebrados con canto y alegría, comunicando la Salvación y la liberación de Dios con Amor.   Un Carlos Anaconda puede ser culpable de mucho teatro en su manera de liberar a los oprimidos y sanar a los enfermos, pero él comunica convicción y esperanza a los participantes.  Entre sus gritos y chistes, la Palabra sale de la Biblia con amor, a pesar de que es fundamentalista y mal interpretada.      El invoca al Espíritu Santo en canto, oración y  signo, con esperanza de que el poder va a manifestarse en sanaciones y conversiones.   Muchos Católicos frecuentaron sus prédicas y celebraciones, no para ser Evangélicos, sino para ver si hay algo nuevo para crecer más rápido en el Amor en Cristo y ser aún más fuertes en los dones del Espíritu.

            Gracias a Dios, la Iglesia Católica en el Espíritu en el  Conciliar y post conciliar, está abierta a todo lo bueno en su prédicas y celebraciones, pero con más integridad y más poder.  La autoridad del Papa y los Obispos es una bendición muy grande en la pastoral.  La devoción a la Virgen María, a los Angeles  y a los Santos es muy hermosa, cuando es Cristo – céntrica y fiel al magisterio de la Iglesia.  La Nueva Evangelización en la Iglesia Católica promete todo cuando está bien enraizado en un Nuevo Pentecostés.

“ SANTA CRUZ  CONSTRUYE  BOLIVIA ”

             Así dice el lema de la feria, Expocruz, que está en plena marcha en Santa Cruz.  Cada año la feria es más grande y más importante en la experiencia de “sentir”, qué es vivir en Santa Cruz.  No hay duda que el Nuevo Espíritu optimista y expansionista es típico de “la Perla del Oriente”.  Jesús dice que todo es posible al que cree.  Creer en una Bolivia nueva es fácil.  Construir una Bolivia  nueva es difícil.  Tener  más de 800 exposiciones distintas con más de 350.000 visitantes no es poca cosa.  No es solamente una feria comercial para los empresarios y comerciantes.  No, Expocruz, es algo más importante: Es una manifestación de la belleza corporal en una creación en plena flor y una expresión de la nueva tecnología en su excelencia.  El espíritu de desafiar los ríos caudalosos y someter los vientos tempestuosos es muy palpable.

La creatividad espontánea de “hacer todo nuevo” por el Espíritu del amor es muy patente.  Donde está el Espíritu de Dios, hay libertad, hay libertad. 

            La primera tentación muy grande en todo el Oriente de Bolivia es caer en un materialismo y marginar a Dios de la vida nueva. Por eso la primera admonición a las autoridades responsables por guiar y gobernar el pueblo viene de la sabiduría de Dios.  “Amen la justicia, ustedes  que gobiernan la tierra, conozcan al Señor según la verdad y búsquenlo con sencillez de corazón”.  Si el Señor no construye el edificio en vano se fatigan los obreros.  Por la excelencia de las ciencias y la tecnología, en el mundo actual parece autosuficiente.   No necesita un Dios Omnipotente con su Sabiduría.  No es un teísmo  militante de rechazar  el Dios vivo y su Cristo.  Más bien es un  afirmar la capacidad de construir su propia vida, familia y pueblo sin Dios.  Ese “Carácter Babélico”, (de la torre de Babel), es el secreto de mucho éxito en el mundo moderno y al mismo tiempo su debilidad más grande.  Cuando el pueblo nuevo quiere construir su historia sin el Señor, se vuelve débil y perdido frente a Dios.  Porque el que quiere ser grande frente a Cristo tiene que servir y no ser servido como los pequeñuelos.  Los pacíficos siembran la paz y cosechan la justicia. 

            La segunda tentación en los pueblos, es olvidar mucho de su historia y los líderes en la lucha para ser libres con la libertad de los hijos de Dios.  Los que ganaron la victoria contra los Españoles el 24 de septiembre de 1.810, lucharon para mantener el Pueblo de Dios libre.  Los grandes valores espirituales y morales construyeron la herencia más grande del pueblo.  En la historia de los pueblos fuertes está el espíritu de la Fe, la Esperanza y la Caridad en un solo Dios, autor de la vida y la muerte.  La libertad en toda su grandeza e integridad es fundida y ganada, es regalo y conquista, es don y promesa.  No es por suerte, sino por el plan de Dios que la fiesta departamental está celebrada el 24 de septiembre en su Amor.  Santiago dice que todas las luchas, peleas y disgustos tienen una sola causa, pensar mal del otro, y en cada tiempo.   Hay que implementar el “Combate Espiritual” y no permitir que las pasiones desordenadas y debates cansadores  promuevan una caída espiritual que quite la guerra del corazón y del espíritu humano.

            Hay un imperativo, un mandato moral que dice, deja a tu padre y tu madre, haz todo lo que El dice y hace.